No tengan miedo a los que matan el cuerpo, ya que no pueden matar el alma; pero tengan temor a Dios, que es el único dueño de ustedes, de sus cuerpos y de sus almas.
Mateo 10:26 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia No teman a las intimidaciones de sus perseguidores; porque nada queda encubierto que no llegue a ser revelado, ni tampoco hay nada oculto, que no llegue a ser manifestado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. Biblia Nueva Traducción Viviente »Así que no tengan miedo de aquellos que los amenazan; pues llegará el tiempo en que todo lo que está encubierto será revelado y todo lo secreto se dará a conocer a todos. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero no les tengan miedo. Nada hay oculto que no llegue a ser descubierto, ni nada secreto que no llegue a saberse. La Biblia Textual 3a Edicion Así que, no los temáis, porque nada hay encubierto que no haya de ser manifestado, ni oculto, que no haya de saberse.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero no les tengáis miedo; porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, y nada secreto que no llegue a saberse. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que, no les temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. |
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, ya que no pueden matar el alma; pero tengan temor a Dios, que es el único dueño de ustedes, de sus cuerpos y de sus almas.
Porque no hay nada oculto que no haya de ser descubierto; nada que se haya hecho a escondidas quedará sin salir a la luz públicamente.
y también para que proclamara en su nombre el cambio de mentalidad que genera un cambio de vida, para perdón de pecados a todas las naciones, comenzado desde Jerusalén.
Porque no hay nada oculto que no haya de ser revelado, tampoco hay secretos que no hayan de ser conocidos, todo saldrá a la luz.
pero recibirán poder sobrenatural cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, y serán mis testigos con sus propias vidas, no solo en Jerusalén, sino en toda Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra.
Entonces vieron como Pedro y Juan hablaban en forma directa y con mucha seguridad. Sabían que eran hombres sin formación académica, gente del pueblo común. Por eso, se admiraron y reconocieron que ellos habían estado con Jesús.
Pero Pedro y Juan replicaron: – ¿Es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en vez de obedecerlo a Él? ¡Júzguenlo ustedes mismos!
Por lo tanto, no juzguen nada antes de tiempo, esperen hasta que el Señor se manifieste. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y revelará las intenciones de cada corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios el reconocimiento que le corresponda.
Pero si ustedes sufren por practicar la justicia, considérense bendecidos; no tengan miedo a los perversos y tampoco se dejen intimidar.