Si son bien recibidos, entonces ellos son dignos de su bendición de paz y esa bendición se quedará con ellos. Pero si la gente de allí no les recibe bien, entonces llévense consigo la bendición de paz que les desearon, porque no la merecen.
Mateo 10:14 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Cualquiera que no los reciba, y que ni siquiera quiera escuchar el mensaje del Evangelio, cuando salgan de esa casa o de la ciudad, sacudan el polvo de sus pies como señal de protesta de que esta familia o los ciudadanos de la ciudad rechazaron el mensaje de salvación; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. Biblia Nueva Traducción Viviente Si cualquier casa o ciudad se niega a darles la bienvenida o a escuchar su mensaje, sacúdanse el polvo de los pies al salir. Biblia Católica (Latinoamericana) Y si en algún lugar no los reciben ni escuchan sus palabras, salgan de esa familia o de esa ciudad, sacudiendo el polvo de los pies. La Biblia Textual 3a Edicion Y cualquiera que no os reciba, ni oiga vuestras palabras, al salir de aquella casa o ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y si algunos no os reciben ni escuchan vuestras palabras, salid de esa casa o de aquella ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. |
Si son bien recibidos, entonces ellos son dignos de su bendición de paz y esa bendición se quedará con ellos. Pero si la gente de allí no les recibe bien, entonces llévense consigo la bendición de paz que les desearon, porque no la merecen.
Si en un lugar no los reciben bien o no los escuchan, cuando salgan de allí sacudan el polvo de sus sandalias, para que conste que rechazaron las buenas noticias.
– Cualquiera que reciba a un niño en mi nombre, a mí me recibe, y cualquiera que me reciba, recibe al que me envió.
y declaró: – Todo el que reciba a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe; y todo el que me reciba, recibe al que me envió; pues el más pequeño entre ustedes será el más importante.
Cuando no sean bienvenidos, al salir de tal ciudad, sacudan el polvo de sus pies como señal de protesta a los ciudadanos de la ciudad que rechazaron el mensaje de salvación.
En verdad, en verdad les digo, el que recibe a quien envié, a mí me recibe, y el que me recibe, recibe al que me envió.
Ellos, por su parte, se sacudieron el polvo de los pies en señal de protesta contra sus perseguidores y se fueron a Iconio.
Pero los judíos se oponían y lo insultaban; y Pablo sacudiendo su ropa en señal de protesta les dijo: – Si no se salvan no será por culpa mía, yo he hecho todo lo posible. De ahora en adelante me dirigiré solamente a los que no son judíos.
Por lo tanto, el que no hace caso a estas enseñanzas no está negándose a obedecer a seres humanos, más bien está rechazando a Dios, ya que Él nos da su Espíritu Santo en nuestro interior.