Y si decimos que viene de los hombres, tenemos a la multitud en contra, porque todos tenían a Juan como profeta.
Marcos 12:12 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Los fariseos y líderes religiosos entendieron que Jesús usó esta comparación en contra de ellos, y querían asesinarlo, pero tenían miedo de la gente; entonces se alejaron y se fueron. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y procuraban prenderle, porque entendían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían a la multitud, y dejándole, se fueron. Biblia Nueva Traducción Viviente Los líderes religiosos querían arrestar a Jesús porque se dieron cuenta de que contaba esa historia en contra de ellos, pues ellos eran los agricultores malvados; pero tenían miedo de la multitud, así que lo dejaron y se marcharon. Biblia Católica (Latinoamericana) Los jefes querían apresar a Jesús, pero tuvieron miedo al pueblo; habían entendido muy bien que la parábola se refería a ellos. Lo dejaron allí y se fueron. La Biblia Textual 3a Edicion Y procuraban prenderlo, porque comprendieron que había dicho la parábola por causa de ellos, pero temían a la multitud. Y dejándolo, se fueron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos intentaban apresarlo, pero tuvieron miedo al pueblo; pues se habían dado cuenta de que por ellos había dicho esa parábola. Lo dejaron, pues, y se fueron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y procuraban prenderle, porque sabían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían al pueblo, y dejándole se fueron. |
Y si decimos que viene de los hombres, tenemos a la multitud en contra, porque todos tenían a Juan como profeta.
Cuando los principales sacerdotes y los maestros de la ley lo oyeron, buscaban la forma de matarlo; pero le tenían miedo porque toda la gente estaba asombrada de su enseñanza.
Pero tampoco podemos decir que fue de los hombres; porque ellos temían a la gente, ya que tenían a Juan como verdadero profeta.
Los maestros de la ley y los sumos sacerdotes, cuando entendieron que esta parábola era para ellos, quisieron agarrarlo allí mismo, pero no se atrevieron porque le tenían miedo al pueblo.
Sin embargo, si decimos que era bajo la autoridad humana, entonces el pueblo nos apedreará, ya que la gente estaba convencida de que Juan era profeta.
Algunos de Jerusalén decían: – ¿No es este el hombre a quién buscan para asesinarlo?
Entonces intentaron arrestarlo, pero nadie puso su mano sobre Él, pues aún no había llegado su hora.