Pues todo el que confiese con su propia vida sobre mí, delante de los hombres, yo también confesaré acerca de él delante de mi Padre que está en los cielos.
Lucas 11:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Jesús les dijo: – Cuando oren, digan: “¡Oh, Papá! Sea santificado tu nombre a través de mi buen testimonio. Qué tu reino se haga realidad. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús dijo: —Deberían orar de la siguiente manera: »Padre, que siempre sea santificado tu nombre. Que tu reino venga pronto. Biblia Católica (Latinoamericana) Les dijo: 'Cuando recen, digan:
Padre, santificado sea tu Nombre,
venga tu Reino. La Biblia Textual 3a Edicion Les dijo: Cuando oréis, decid: Padre,° santificado sea tu nombre. Venga tu reino.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les dijo: 'Cuando vayáis a orar, decid: Padre, santificado sea tu nombre; venga tu reino. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en el cielo; santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. |
Pues todo el que confiese con su propia vida sobre mí, delante de los hombres, yo también confesaré acerca de él delante de mi Padre que está en los cielos.
y decía: – Cambien su manera de pensar, porque cambiando su forma de pensar, su conducta y manera de vivir serán transformadas, pues el reino de los cielos se ha acercado.
Así ustedes deben ser ejemplo de luz, a través de una conducta intachable, y todos los que vean sus testimonios van a acercarse a Dios, el Padre celestial y a glorificarlo por las buenas obras de ustedes.
Sucedió que Jesús estaba orando en un cierto lugar y cuando terminó su oración, uno de sus discípulos le dijo: – Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos.
Les escribo a todos los amados de Dios que están en Roma, que han sido llamados a ser su pueblo santo: Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo y paz, que se fundamenta en la justicia.
Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al temor, sino el Espíritu que los adopta como hijos y nos permite clamar: “¡Abba! ¡Padre!”.
Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les conceda la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo Jesús, y la paz, que se fundamenta en la práctica de la justicia, para que sean parte de la naturaleza cristiana de ustedes.
gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo Jesús, y la paz, que se fundamenta en la práctica de la justicia, de parte de Dios nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
Según la voluntad de Dios nuestro Padre, Jesucristo se dio a sí mismo para que nuestros pecados fuesen perdonados, con el objetivo nos librara del actual momento de maldad.
que la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo Jesús, y la paz, que se fundamenta en la práctica de la justica, que provienen de Dios y de Jesucristo, sean parte de la naturaleza cristiana de ustedes.
les saludamos con la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo Jesús, y la paz, que se fundamenta en la justicia, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
a ustedes, hermanos en Cristo que están en Colosas y buscan vivir una vida de santidad siendo fieles a Dios: gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo y paz, que se fundamenta en la justicia, de parte de Dios nuestro Padre.
Pablo, Silvano y Timoteo, saludamos a la iglesia de los tesalonicenses en el nombre de Dios, nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo; que la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo Jesús y la paz, que se fundamenta en la justicia, sean parte de la naturaleza cristiana de ustedes.
acordándonos que ustedes producen obras como frutos de una fe por identidad, viven el amor sacrificial de Dios en Cristo y practican la paciencia como resultado de la esperanza en nuestro Señor Jesucristo y en nuestro Dios Padre.
Que el mismo Señor Jesucristo y nuestro Dios Padre, que nos amó, que nos dio consuelo eterno y una esperanza fundamentada en la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo,
El séptimo ángel tocó su trompeta y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: “El reino del mundo ha venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y Él reinará por los siglos de los siglos”.
¿Quién no te temerá, oh Señor? ¿Quién no glorificará tu nombre? Solo Tú eres santo. Todas las naciones vendrán y te adorarán, porque fueron manifestadas las obras de tu justicia”.
Después oí voces como de una gran multitud, como el sonido de muchas aguas y como el ruido de potentes truenos, que decían: “¡Aleluya! Pues el Señor nuestro Dios Todopoderoso ya reina.
Y vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para juzgar; vi también las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios; los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen; tampoco se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años;