Había entre la gente una mujer que hacía doce años que padecía de hemorragias, había gastado todos sus recursos para ser curada, pero ningún médico había sido capaz de sanarla.
Juan 9:21 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia pero cómo ve ahora, no lo sabemos; tampoco sabemos quién lo sanó; mejor pregúntenle a él, pues él ya tiene la edad para hablar por sí mismo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo. Biblia Nueva Traducción Viviente pero no sabemos cómo es que ahora puede ver ni quién lo sanó. Pregúntenselo a él; ya tiene edad para hablar por sí mismo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos, y quién le abrió los ojos, tampoco. Pregúntenle a él, que es adulto y puede responder de sí mismo. La Biblia Textual 3a Edicion pero cómo ve ahora, no lo sabemos; o quién le restauró los ojos, no lo sabemos. Preguntadle, edad tiene, él hablará por sí mismo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cómo ahora ve, no lo sabemos, o quién le abrió los ojos, nosotros no lo sabemos. Preguntádselo a él: ya tiene edad; él dará razón de sí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros no lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo. |
Había entre la gente una mujer que hacía doce años que padecía de hemorragias, había gastado todos sus recursos para ser curada, pero ningún médico había sido capaz de sanarla.
Sus padres respondieron: – Sabemos que este es nuestro hijo y realmente nació ciego;
Estas cosas dijeron los padres del que había sido sanado. Ellos tenían miedo a los judíos, porque ya los judíos se habían puesto de acuerdo para que si alguno confesara que Jesús era el Mesías, entonces fuese expulsado de la sinagoga.
Por esta razón los padres dijeron que él ya tenía la edad suficiente para responder a los interrogatorios.
allí encontró a un hombre paralítico llamado Eneas, que llevaba ocho años en cama.