Abraham dijo: “Si a los escritos de Moisés y de los profetas no obedecen, tampoco le harán caso aun muerto aunque resucite”.
Hechos 18:4 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Todos los sábados Pablo discutía en la sinagoga, y convencía tanto a judíos como a griegos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo, y persuadía a judíos y a griegos. Biblia Nueva Traducción Viviente Cada día de descanso, Pablo se encontraba en la sinagoga tratando de persuadir tanto a judíos como a griegos. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos los sábados Pablo entablaba discusiones en la sinagoga, tratando de convencer tanto a los judíos como a los griegos. La Biblia Textual 3a Edicion Y todos los sábados discutía en la sinagoga, y persuadía a judíos y a griegos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos los sábados disertaba en la sinagoga, tratando de persuadir tanto a judíos como a griegos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y disputaba en la sinagoga todos los sábados, y persuadía a judíos y a griegos. |
Abraham dijo: “Si a los escritos de Moisés y de los profetas no obedecen, tampoco le harán caso aun muerto aunque resucite”.
Fue a Nazaret, donde había sido criado, y cumpliendo su tradición, en el sábado entró en la sinagoga y se levantó para leer las Escrituras Sagradas;
Los judíos comentaban entre sí: – ¿A dónde irá este que no lo podremos encontrar? ¿Acaso irá a enseñar a los judíos de la diáspora que están entre los griegos?
Ellos, pasando por Perge, viajaron hasta Antioquía de Pisidia, allá fueron a la sinagoga el sábado y se sentaron.
En Iconio, Pablo y Bernabé entraron a la sinagoga judía y hablaron de tal forma que muchos creyeron, tanto judíos como no judíos.
Los miembros de esta sinagoga eran más nobles que los de Tesalónica, recibieron la Palabra con buena actitud, cada día examinaban las Escrituras, para verificar que lo aprendido era correcto.
Así que, en la sinagoga discutía con los judíos y con los no judíos que se habían convertido al judaísmo y a diario se ponía a discutir en la plaza pública con los que se encontraban por allí.
y lo acusaron, diciendo: – Este hombre está persuadiendo a las personas a adorar a Dios de una manera que va en contra de nuestra ley.
Cuando llegaron a Éfeso, dejó a sus acompañantes allí, pero él entró solo en la sinagoga y discutía con los judíos.
y ustedes han escuchado y han visto que un tal Pablo, no solo en Éfeso, sino en casi toda Asia, está convenciendo y ha apartado mucha gente de nuestras creencias, diciendo que no son dioses de verdad los que son hechos por manos humanas.
Durante tres meses Pablo entró en la sinagoga y habló con valentía, discutiendo y tratando de convencerlos acerca del reino de Dios.
Agripa le respondió a Pablo: – Un poco más y me convences de hacerme cristiano.
Entonces fijaron un día específico para reunirse con Pablo y acudieron, un número mucho mayor, a la casa donde estaba alojado. Desde la mañana hasta la tarde estuvo explicándoles y testificándoles acerca del reino de Dios y tratando de persuadirlos sobre Jesús, partiendo de la ley de Moisés y de los profetas.
Muy pronto, Saulo ya estaba predicando en las sinagogas que Jesús era el Hijo de Dios.
Sabemos lo que significa el temor al Señor y por eso queremos convencerlos a todos de que acepten la verdad; Dios nos conoce tal como somos y espero que ustedes en su conciencia también nos conozcan tal como somos.