En la tierra de Uz vivía un hombre llamado Job, hombre bueno que temía a Dios y se abstenía de lo malo.
Proverbios 8:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El que teme al Señor aborrece el mal; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el hablar perverso. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos los que temen al Señor odiarán la maldad. Por eso odio el orgullo y la arrogancia, la corrupción y el lenguaje perverso. Biblia Católica (Latinoamericana) (Aborrecer el mal es temer a Yavé.)
Aborrezco el orgullo y la arrogancia,
los caminos que conducen al mal y a la hipocresía. La Biblia Textual 3a Edicion El temor de YHVH es aborrecer el mal. La soberbia, la arrogancia, el mal camino Y la boca perversa, aborrezco. Biblia Serafín de Ausejo 1975 (El temor de Yahveh odia el mal). Aborrezco la arrogancia y la soberbia, la mala conducta y el lenguaje perverso. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa aborrezco. |
En la tierra de Uz vivía un hombre llamado Job, hombre bueno que temía a Dios y se abstenía de lo malo.
Y esto dice él a todos los hombres: «Escuchen: temer al Señor es verdadera sabiduría; abandonar el mal es verdadero entendimiento».
Me negaré siquiera a mirar lo despreciable y vulgar. Aborrezco las acciones tramposas; nada tendré que ver con ellas.
Por tus mandamientos tengo entendimiento; por eso aborrezco todas las formas equivocadas de vivir.
Aunque el Señor es grande, toma en cuenta a los humildes, y está lejos de los orgullosos.
El Señor ama a quienes odian el mal; él protege la vida de sus fieles, y los libra de los malvados.
Pero las parteras tenían temor de Dios y desobedecieron al faraón, pues permitían que los niños vivieran.
De la boca del justo brota sabiduría, pero al perverso se le cortará la lengua.
El Señor aborrece el camino de los malvados, pero ama a quienes procuran la justicia.
El Señor aborrece a los orgullosos; puedes estar seguro que recibirán su castigo.
Con amor y verdad se perdona el pecado, y con temor del Señor se evita el mal.
No creas que eres tan sabio como para no tenerle miedo al mal. Honra al Señor y huye del mal,
Evita hablar de cosas perversas; aparta tus labios de decir cosas corruptas.
Y yo castigaré al mundo por su maldad, a los inicuos por su pecado. Yo aplastaré la arrogancia de los orgullosos y la altivez de los ricos.
Odien el mal y amen el bien; dejen que reine la justicia en sus tribunales. Quizás así el Señor, Dios Todopoderoso, tenga compasión de los pocos israelitas que quedan.
El Señor, el Dios Todopoderoso, ha jurado por su propia gran fama: «¡Yo desprecio el orgullo y la vanidad de Israel, y odio sus hermosos palacios! Por eso entregaré esta ciudad a sus enemigos; sí, la entregaré con todo lo que hay en ella».
No piensen en causar daño a su prójimo; no juren que algo es verdadero, cuando es falso. Todo este tipo de cosas yo las repruebo, dice el Señor».
No finjan amar; amen de veras. Aborrezcan lo malo; pónganse de parte del bien.
Pero la verdad de Dios es un cimiento que se mantiene firme y sólido, y tiene esta inscripción: «El Señor conoce a los que son suyos, y el que adora al Señor debe apartarse del mal».
También a los jóvenes les digo: obedezcan a los ancianos. Trátense unos a otros con humildad, porque «Dios está en contra de los orgullosos, pero a favor de los humildes».
»Dejen de actuar con tanto orgullo y arrogancia; el Señor sabe lo que ustedes han hecho, y él juzgará sus acciones.