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Éxodo 1:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

17 Pero las parteras tenían temor de Dios y desobedecieron al faraón, pues permitían que los niños vivieran.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Sin embargo, como las parteras temían a Dios, se negaron a obedecer las órdenes del rey, y también dejaron vivir a los varoncitos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaron con vida a los niños.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Pero las parteras tuvieron temor de ’Elohim, y no hicieron conforme a lo que el rey de Egipto les había ordenado, sino que dejaron vivir a los niños.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Pero las parteras temían a Dios y no obedecieron las órdenes del rey de Egipto, sino que dejaban con vida también a los niños.

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Éxodo 1:17
22 Tagairtí Cros  

Abraham respondió: ―Pensé que en este lugar no tendrían ningún respeto por Dios, y que alguien, por quedarse con mi esposa, me mataría.


Al tercer día les dijo: ―Yo soy hombre temeroso de Dios. Por eso les voy a dar una oportunidad de probar lo que afirman.


Pero la orden del rey fue más fuerte que la oposición de Joab y los demás jefes del ejército. Por eso, Joab y los demás oficiales salieron a contar al pueblo de Israel.


En cambio, los gobernadores que habían estado antes de mí habían exigido alimento, vino y cuatrocientos ochenta gramos de plata, y habían puesto la población a merced de sus ayudantes, quienes los maltrataban. Pero yo obedecí a Dios y no actué de esa manera.


Por eso, sus compañeros de trabajo, le preguntaron, una y otra vez, «¿Por qué desobedeces la orden del rey?». Como Mardoqueo no les hacía caso, lo denunciaron ante Amán, para ver si Mardoqueo se atrevía a decirle que era judío, tal como se los había dicho a ellos.


¡Cuán grande es tu bondad para los que a la vista de la gente declaran que tú los rescatarás! Porque guardas grandes bendiciones para quienes en ti confían y te reverencian.


El faraón las citó para que se presentaran delante de él, y les preguntó: ―¿Por qué me han desobedecido y han dejado vivir a los niños?


Y como las parteras tuvieron temor de Dios, él les permitió tener muchos hijos.


Con amor y verdad se perdona el pecado, y con temor del Señor se evita el mal.


El que teme al Señor aborrece el mal; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el hablar perverso.


Y esta es mi conclusión definitiva: teme a Dios y obedece sus mandamientos, porque esto es lo más importante para todo hombre y mujer.


Pero aunque el ser humano peque cien veces y continúe viviendo, sé que le irá mejor a quien teme a Dios y le guarda reverencia.


Entonces le contaron al rey: ―Pues Daniel, uno de los cautivos judíos, no está prestando ninguna atención ni a usted ni a esta ley. Por el contrario, él está solicitando favores a su Dios tres veces al día.


»Efraín ha sido oprimido y se le han violentado sus derechos, y ello por haber decidido seguir a sus ídolos.


»¡Pero bien que fuiste muy fiel obedeciendo los perversos mandamientos del malvado rey Omrí! El único ejemplo que sigues es el del igualmente malvado Acab. Por eso te destruiré, te haré el hazmerreír del mundo; todo el que te vea se burlará de ti».


No teman a los que pueden matar el cuerpo pero no pueden tocar el alma. Sólo teman a Dios, que es el único que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.


Les diré a quién deben de temer: teman al que, después de quitar la vida, tiene poder para echarlos al infierno. A él sí que le deben temer.


―Tenemos que obedecer a Dios antes que a los hombres —respondieron Pedro y los apóstoles—.


Y ordenó a su guardia personal: ―¡Maten a estos sacerdotes, porque se han aliado con David; ellos sabían que él huía de mí, pero nada me dijeron! Pero los soldados se negaron a hacer algo contra los sacerdotes.


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