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Proverbios 4:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

mi padre me enseñaba y me decía: «Guarda en tu corazón mis palabras, obedece mis mandamientos, y vivirás.

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Biblia Reina Valera 1960

Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mi padre me enseñó: «Toma en serio mis palabras. Sigue mis mandatos y vivirás.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

él me instruía entonces en estos términos: '¡Recuerda bien mis palabras; sigue mis consejos y vivirás!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y él me enseñaba y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, Guarda mis mandamientos, y vivirás.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él me enseñaba y me decía: 'Retenga tu corazón mis palabras', guarda mis preceptos y vivirás,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, guarda mis mandamientos, y vivirás.

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Proverbios 4:4
22 Tagairtí Cros  

Estoy seguro de que enseñará a sus descendientes a obedecerme, de modo que cuando él muera ellos continúen practicando la justicia y la honestidad. Yo, por mi parte, le cumpliré a Abraham todo lo que le he prometido».


Luego David se dirigió a Salomón y le dijo: «Salomón, hijo mío, dedícate a conocer al Dios de tus padres; adóralo y sírvele con un corazón limpio y una correcta disposición, porque el Señor ve todo corazón, y entiende y conoce todo pensamiento. Si tú lo buscas, lo encontrarás; pero si tú lo abandonas, él te desechará por completo.


He atesorado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti.


Tus decretos son siempre justos; ayúdame a comprenderlos y viviré.


Sí, he obedecido tus mandamientos y decretos, porque tu sabes todo lo que hago.


Enséñale al niño a elegir el camino correcto, y cuando sea viejo no lo abandonará.


Hijo mío, dame tu corazón y que tus ojos se deleiten en mis caminos de sabiduría.


Hijo mío no olvides nunca mis enseñanzas. Guarda mis mandamientos en tu corazón,


porque ellos te darán una larga vida y te traerán felicidad.


Obedece mis mandamientos y vivirás; cuida mis enseñanzas como la niña de tus ojos.


Acudan a mí, y presten atención. Escuchen, porque está en juego su vida. Dispuesto estoy a firmar un pacto permanente con ustedes: hacer efectivas las promesas que le hice a David, mi rey amado.


Jeremías respondió: ―Basta con que obedezcas al Señor y no caerás en manos de ellos; tu vida será respetada y todo te saldrá bien.


y sé bien que su mandamiento es vida eterna. Así que todo lo que les he dicho es lo que el Padre me ha ordenado decir».


Y en cuanto a ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos como quiere el Señor, con disciplina y consejos.


Pero ¡cuidado! No olviden jamás lo que Dios hace por ustedes. Cuenten a sus hijos y a sus nietos los gloriosos milagros que él ha hecho.


Debes pensar constantemente en estos mandamientos que te doy en este día.


¿Cómo he de olvidar la sinceridad de tu fe, que es como la que animó a tu madre Eunice y a tu abuela Loida? Estoy seguro de que es así.


Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, y estas te pueden dar la sabiduría que se necesita para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.


Y habiendo sido perfeccionado de esa manera, llegó a ser el autor de la salvación eterna de todos los que lo obedecen.


Entonces Manoa le preguntó: —¿Cómo hemos de criar al niño cuando nazca?