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Efesios 6:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Y en cuanto a ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos como quiere el Señor, con disciplina y consejos.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Y ustedes, padres, no sean pesados con sus hijos, sino más bien edúquenlos usando las correcciones y advertencias que pueda inspirar el Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y los padres: No provoquéis a ira a vuestros hijos,° sino criadlos con disciplina e instrucción del Señor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Y vosotros, padres, no exasperéis a vuestros hijos, sino, por el contrario, educadlos en la disciplina y en la instrucción del Señor.

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Efesios 6:4
32 Tagairtí Cros  

Estoy seguro de que enseñará a sus descendientes a obedecerme, de modo que cuando él muera ellos continúen practicando la justicia y la honestidad. Yo, por mi parte, le cumpliré a Abraham todo lo que le he prometido».


Sé enérgico y valiente y pon manos a la obra —añadió—. No te amedrentes por lo grande de la tarea, porque el Señor mi Dios está contigo, y no te abandonará, y él hará que cada detalle sea llevado a feliz término.


Concede a mi hijo Salomón un corazón bueno hacia ti, hasta tal punto que él quiera obedecerte, incluso en los menores detalles, y que le permitas llevar a cabo la construcción de tu templo, para el cual he reunido todos estos materiales».


Disciplina a tu hijo mientras hay esperanza; si no lo haces, le arruinarás la vida.


La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige.


Enséñale al niño a elegir el camino correcto, y cuando sea viejo no lo abandonará.


La vara de la disciplina hace al hijo entendido, pero el hijo consentido es una vergüenza para su madre.


Disciplina a tu hijo y te dará paz y traerá tranquilidad a tu alma.


Los vivientes, sólo ellos, pueden alabarte como lo hago yo este día. Una generación da a conocer tu fidelidad a la siguiente.


«para que te vaya bien y disfrutes una vida larga».


Pero ¡cuidado! No olviden jamás lo que Dios hace por ustedes. Cuenten a sus hijos y a sus nietos los gloriosos milagros que él ha hecho.


Debes enseñarlos a tus hijos y hablar de ellos cuando estás en casa o cuando caminas con ellos; al acostarte y al levantarte.


Padres, no hagan enojar a sus hijos, para que no se desanimen.


¿Cómo he de olvidar la sinceridad de tu fe, que es como la que animó a tu madre Eunice y a tu abuela Loida? Estoy seguro de que es así.


Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, y estas te pueden dar la sabiduría que se necesita para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.


Pero si les parece mal servir al Señor, escojan hoy a quién van a servir, si a los dioses que sus antepasados adoraban más allá del Éufrates o a los dioses de los amorreos de esta tierra. Pero yo y los de mi casa serviremos al Señor.


Entonces Manoa le preguntó: —¿Cómo hemos de criar al niño cuando nazca?


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