¿Por qué, entonces, has despreciado las leyes de Dios y has cometido esta horrible maldad? Porque tú le diste muerte a Urías y le robaste su esposa. ¡Lo mataste con la espada de los amonitas!
Proverbios 14:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El que anda por el camino recto, le teme al Señor; el que anda por el camino del mal lo desprecia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que camina en su rectitud teme a Jehová; Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que siguen el buen camino temen al Señor; los que van por mal camino lo desprecian. Biblia Católica (Latinoamericana) El que teme a Yavé toma el recto camino, el que lo desprecia se aleja de él. La Biblia Textual 3a Edicion El que anda en su rectitud teme a YHVH, Pero el de caminos torcidos lo desprecia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien recto camina teme a Yahveh, quien tuerce sus caminos lo desprecia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que camina en su rectitud teme a Jehová; mas el que es perverso en sus caminos lo menosprecia. |
¿Por qué, entonces, has despreciado las leyes de Dios y has cometido esta horrible maldad? Porque tú le diste muerte a Urías y le robaste su esposa. ¡Lo mataste con la espada de los amonitas!
Salomón le respondió: ―Fuiste muy misericordioso con mi padre David, porque él era honesto, veraz y fiel a ti, y obedecía tus mandamientos. Y has continuado mostrándole tu misericordia, al haberle dado un hijo que se sentara en su trono.
Todavía hacen lo mismo: siguen sus prácticas anteriores en vez de adorar en forma verdadera al Señor, y obedecer las leyes que él les dio a los descendientes de Jacob (cuyo nombre más tarde le fue cambiado por el de Israel).
En la tierra de Uz vivía un hombre llamado Job, hombre bueno que temía a Dios y se abstenía de lo malo.
»Yo, que imploraba ayuda de Dios y de Dios obtenía respuesta, me he convertido en hazmerreír de mis vecinos. Sí, yo, varón justo, soy ahora objeto de burla.
Y esto dice él a todos los hombres: «Escuchen: temer al Señor es verdadera sabiduría; abandonar el mal es verdadero entendimiento».
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Dichosos los que se deleitan en cumplir sus mandamientos y temen al Señor.
Dame por guardias la santidad y la integridad, pues espero que me protejas,
El imprudente desprecia a su prójimo, pero el prudente guarda silencio.
El camino del justo se aparta del mal; el que quiere salvar su vida, se fija por dónde va.
Con amor y verdad se perdona el pecado, y con temor del Señor se evita el mal.
de los que andan por caminos torcidos y sus sendas no son las correctas.
Y esta es mi conclusión definitiva: teme a Dios y obedece sus mandamientos, porque esto es lo más importante para todo hombre y mujer.
»El que los escucha a ustedes, me escucha a mí. El que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí. Y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió».
Los fariseos oían todas estas cosas y se burlaban de Jesús porque a ellos les gustaba mucho el dinero.
Entonces le contaron cómo a Cornelio, oficial del ejército romano, hombre bueno y piadoso, de buena reputación entre los judíos, un ángel le había ordenado que mandara a buscar a Pedro para que le dijera lo que Dios quería de él.
En todas las naciones él ve con agrado a las personas que lo adoran y actúan con justicia.
Mientras tanto, la iglesia de Judea, Galilea y Samaria tenía paz y crecía en fortaleza y número. Los creyentes aprendían cómo andar en el temor del Señor, fortalecidos por el Espíritu Santo.