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Salmos 112:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Dichosos los que se deleitan en cumplir sus mandamientos y temen al Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 ¡Alabado sea el Señor! ¡Qué felices son los que temen al Señor y se deleitan en obedecer sus mandatos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡Aleluya! ¡Feliz el hombre que teme al Señor y valora mucho sus mandamientos!

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Aleluya! a ¡Oh, las bienaventuranzas del hombre que teme a YHVH, b Y en sus mandamientos se deleita en gran manera!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Aleluya. Álef. Dichoso el hombre que teme al Señor Bet. y tiene en sus mandatos su contento.

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Salmos 112:1
25 Tagairtí Cros  

El hombre que estaba a cargo de la casa de Acab era Abdías, un devoto servidor del Señor. Una vez, cuando la reina Jezabel trató de matar a todos los profetas del Señor, Abdías escondió a un centenar de ellos en dos cuevas, cincuenta en cada una, y los alimentó con pan y agua.


¡Aleluya! Agradeceré al Señor con todo mi corazón en compañía de los rectos.


El principio de la sabiduría es el temor al Señor. La recompensa para todos los que lo obedecen es la sabiduría. ¡Alabemos su nombre por siempre!


y en ellas me he regocijado más que en las riquezas.


En mi angustia y tribulación tus mandamientos son mi alegría.


Me deleitaré en tus normas y no olvidaré tu palabra.


Haz que yo ande por la senda de tus mandamientos, porque es ahí donde encuentro la felicidad.


¡Oh, cuánto amo tu ley! Pienso en ella todo el día.


Dichosos todos los que temen al Señor, y siguen sus caminos.


Él cumple los deseos de quienes le temen; escucha su clamor de auxilio y los rescata.


¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! ¡Qué bueno es cantar sus alabanzas! ¡Qué agradable y justo es alabarle!


¡Aleluya! Alaben a Dios en su santuario, alábenlo en la enormidad del firmamento.


Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío, tu ley la llevo dentro de mí».


Y como las parteras tuvieron temor de Dios, él les permitió tener muchos hijos.


Pero aunque el ser humano peque cien veces y continúe viviendo, sé que le irá mejor a quien teme a Dios y le guarda reverencia.


¿Quién entre ustedes teme al Señor y obedece a su siervo? Si alguno de ustedes anduviere en tinieblas, sin un solo rayo de luz, confíe en el Señor, pónganse en las manos de su Dios.


Él siempre tiene misericordia de todos los que le honran.


En mi interior, quisiera obedecer la voluntad de Dios,


Los que ocupan su mente en las cosas del Espíritu tienen vida y paz; pero el ocuparse de las cosas de la naturaleza pecaminosa produce muerte,


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