José tomó a sus hijos de la mano, se inclinó delante de su padre, e hizo que los muchachos se postraran delante de su abuelo: Efraín a la izquierda de Israel y Manasés a su derecha.
Levítico 19:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »No hagan ídolos ni los adoren, porque yo soy el Señor su Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente »Cada uno de ustedes tenga gran respeto por su madre y su padre, y siempre guarde mis días de descanso. Yo soy el Señor su Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos ustedes respetarán a su padre y a su madre y guardarán mis sábados. ¡Yo soy Yavé, su Dios! La Biblia Textual 3a Edicion Cada uno temerá a su madre y a su padre,° y guardaréis° mis días de reposo.° Yo, YHVH vuestro Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cada uno de vosotros respetará a su padre y a su madre; y guardaréis mis sábados. Yo, Yahveh, vuestro Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis sábados guardaréis: Yo soy Jehová vuestro Dios. |
José tomó a sus hijos de la mano, se inclinó delante de su padre, e hizo que los muchachos se postraran delante de su abuelo: Efraín a la izquierda de Israel y Manasés a su derecha.
Les diste las leyes acerca del reposo; y tú les ordenaste, por medio de tu siervo Moisés, que las obedecieran.
»Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una vida larga y buena en la tierra que el Señor tu Dios te da.
»Acuérdate de observar el día de reposo, es decir, el sábado, como día santo.
»El que insulte o maldiga a su madre o a su padre, ciertamente debe morir.
Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no rechaces las enseñanzas de tu madre.
Escucha a tu padre que te dio la vida, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.
Al que mira con desprecio a su padre y menosprecia a su madre anciana, que los cuervos le saquen los ojos y los buitres se lo devoren.
Dediquen el día de descanso para honrarme a mí. No hagan negocios ese día, no lo usen para hablar de cosas inútiles. Más bien, disfruten el día de descanso con alegría y como un día especial dedicado a mí.
Y les determiné el sábado, un día de descanso cada semana, como un señal entre ellos y yo, para recordarles que soy yo el Señor, quien los aparta en exclusividad para mí, y que ellos verdaderamente son mi pueblo elegido.
»Yo soy el Señor su Dios. Consérvense puros en estas cosas y sean santos, porque yo soy santo. Por lo tanto, no se contaminen tocando estos animales que se arrastran sobre la tierra.
Pero la cosecha del quinto año sí será para ustedes. Haré que la cosecha sea abundante. Yo soy el Señor su Dios.
»Obedezcan mis leyes acerca del descanso, y tengan reverencia por mi santuario, porque yo soy el Señor.
»No se contaminen consultando adivinos o hechiceros, porque yo soy el Señor su Dios.
Deben tratarlos como a uno de ustedes. Ámenlos como a ustedes mismos, porque recuerden que ustedes también fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el Señor su Dios.
»Seis días trabajarán, pero descansarán el día séptimo. Ese día es un día muy especial. Por eso, no harán ningún tipo de trabajo, sino que lo dedicarán para adorarme. Donde quiera que ustedes vivan, ese día será dedicado a mí, pues yo soy el Señor.
»Obedecerán mis leyes acerca del día de descanso y tendrán mucha reverencia hacia mi santuario; porque yo soy el Señor.
»El hijo respeta a su padre y el esclavo a su amo. Yo, el Señor Todopoderoso, sin embargo les pregunto a ustedes, sacerdotes, que no le dan ninguna importancia a mi gran fama: “Si soy su Padre, ¿por qué no me respetan? Si soy su Amo, ¿por qué no me tienen temor?”. »Pero ustedes aún se atreven a preguntar: “¿Cuándo hemos tenido en nada tu gran fama?”.
“Maldito sea cualquiera que desprecia a su padre o a su madre”. Y todo el pueblo responderá: “Amén”.
»Honra a tu padre y a tu madre, tal como el Señor tu Dios te ordenó. Si lo haces, tendrás una vida larga y próspera en la tierra que te da.
Por otra parte, nuestros padres humanos nos disciplinaban y los respetábamos. ¡Con cuánta mayor razón debemos someternos al Padre de los espíritus, para que tengamos vida!