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Éxodo 20:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

12 »Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una vida larga y buena en la tierra que el Señor tu Dios te da.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 »Honra a tu padre y a tu madre. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Respeta a tu padre y a tu madre, para que se prolongue tu vida sobre la tierra que Yavé, tu Dios, te da.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Honra a tu padre y a tu madre,° para que tus días se alarguen en la tierra que YHVH tu Dios te da.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar.

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Éxodo 20:12
42 Tagairtí Cros  

José tomó a sus hijos de la mano, se inclinó delante de su padre, e hizo que los muchachos se postraran delante de su abuelo: Efraín a la izquierda de Israel y Manasés a su derecha.


De modo que, de acuerdo con las órdenes de Israel, sus hijos llevaron su cuerpo a la tierra de Canaán y lo sepultaron en la cueva de Macpela, la cueva que Abraham había comprado en el campo de Efrón el hitita, cerca de Mamré.


Ella fue a pedirle el favor al rey Salomón. El rey se puso de pie cuando ella entró y le hizo una reverencia. Ordenó que junto a su trono se colocara una silla para su madre. Y ella se sentó a su lado derecho.


Eliseo, al verlo, gritó: «¡Padre mío, padre mío! ¡Carro de Israel y su guía!». Eliseo no volvió a ver a Elías. Luego, rasgó sus vestidos y los partió en dos.


»Cualquiera que golpee a su padre o a su madre morirá.


»El que insulte o maldiga a su madre o a su padre, ciertamente debe morir.


El necio menosprecia la corrección de su padre; el que la toma en cuenta demuestra inteligencia.


Los nietos son la corona del anciano; los padres el orgullo de sus hijos.


Al que maldice a su padre o a su madre, la lámpara de su vida se le apagará en la más terrible oscuridad.


El que roba a su padre o a su madre y dice: «¿Qué hay de malo en eso?», es amigo de criminales.


Por un lado, la sabiduría te ofrece larga vida y, por el otro, te otorga riquezas y honor.


Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre.


Al que mira con desprecio a su padre y menosprecia a su madre anciana, que los cuervos le saquen los ojos y los buitres se lo devoren.


Entonces Jeremías se volvió a los recabitas y dijo: El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice que puesto que han obedecido a su padre en todos los sentidos, este tendrá siempre descendientes que le rindan homenaje.


Nos dijo también que no construyéramos casa ni tuviéramos viñedos ni otras plantaciones ni fuéramos dueños de fincas, sino que viviéramos siempre en tiendas, y que si obedecíamos tendríamos larga y buena vida en nuestra tierra.


Los padres y las madres son desdeñosamente ignorados; se obliga a los inmigrantes y a las visitas a pagarles por su “protección”; los huérfanos y las viudas son agraviados y oprimidos;


»No hagan ídolos ni los adoren, porque yo soy el Señor su Dios.


»Demostrarán verdadero respeto y honrarán a los ancianos por temor a Dios. Yo soy el Señor.


»El hijo respeta a su padre y el esclavo a su amo. Yo, el Señor Todopoderoso, sin embargo les pregunto a ustedes, sacerdotes, que no le dan ninguna importancia a mi gran fama: “Si soy su Padre, ¿por qué no me respetan? Si soy su Amo, ¿por qué no me tienen temor?”. »Pero ustedes aún se atreven a preguntar: “¿Cuándo hemos tenido en nada tu gran fama?”.


honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo con la misma sinceridad con que te amas a ti mismo”.


Ya sabes los mandamientos: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no defraudarás, honra a tu padre y a tu madre”.


»Moisés les dijo: “Honra a tu padre y a tu madre; y el que maldiga a sus padres muera irremisiblemente”.


Tú ya conoces los mandamientos: “No cometas adulterio, no mates, no robes, no digas mentiras para hacerle daño a nadie, respeta a tu padre y a tu madre”.


Sométanse unos a otros por respeto a Cristo.


»¡Obedezcan todos los mandamientos que les doy en este día, para que tengan la fuerza de ir y poseer la tierra a la que están por entrar!


Si ustedes obedecen los mandamientos, tendrán una vida larga y buena en la tierra que el Señor les prometió a sus antepasados y a sus descendientes, tierra maravillosa de la que fluye leche y miel.


»Si un hombre tiene un hijo soberbio y rebelde que no obedece a su padre ni a su madre aun cuando ellos lo hayan castigado,


“Maldito sea cualquiera que desprecia a su padre o a su madre”. Y todo el pueblo responderá: “Amén”.


Estas leyes no son sólo palabras, son tu vida. Si las obedecen podrán vivir una vida larga y próspera en la tierra que entrarán a poseer al otro lado del Jordán».


el cielo y la tierra son testigos de que pronto serán ustedes destruidos en la tierra. En poco tiempo cruzarán el río Jordán y conquistarán aquella tierra. Pero sus días en ella serán cortos; serán completamente destruidos.


Deben obedecer las leyes que les doy en este día para que ustedes y sus hijos tengan bienestar y puedan vivir para siempre en la tierra que el Señor su Dios les da».


»Honra a tu padre y a tu madre, tal como el Señor tu Dios te ordenó. Si lo haces, tendrás una vida larga y próspera en la tierra que te da.


y manténganse en el derrotero que Dios les trazó. Esa es la única forma en la que tendrán vida larga y próspera en la tierra que pronto entrarán a poseer.


El propósito es que ustedes, sus hijos y nietos, obedezcan al Señor su Dios en todo. ¡Esa es la manera en que ustedes lo honrarán! Como resultado, vivirán muchos años llenos de prosperidad.


Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor.


Fue a la era aquella noche, y siguió las instrucciones de su suegra.


Más tarde David fue a Mizpa de Moab a pedirle permiso al rey para que su padre y su madre vivieran allí bajo la protección real hasta que él supiera lo que Dios iba a hacer con él.


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