En prueba de mi inocencia me lavo las manos y me pongo ante tu altar,
Levítico 15:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 y cualquiera que toque su cama quedará ritualmente impuro hasta el anochecer, y tendrá que lavar su ropa y bañarse. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cualquiera que tocare su cama lavará sus vestidos; se lavará también a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la noche. Biblia Nueva Traducción Viviente De modo que si alguien toca la cama de ese hombre, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer. Biblia Católica (Latinoamericana) Quien toque esta cama deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y quedará impuro hasta la tarde. La Biblia Textual 3a Edicion Cualquiera que toque su lecho, habrá de lavar sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien toque ese lecho lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cualquiera que tocare a su cama, lavará sus ropas; se lavará también a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la tarde. |
En prueba de mi inocencia me lavo las manos y me pongo ante tu altar,
Purifícame con hisopo, y volveré a ser puro. Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Desciende ahora y haz que el pueblo se prepare para mi visita. Santifícalos hoy y mañana; y haz que laven su ropa.
¡Oh, lávense, límpiense! Que no les vea yo nunca más cometer esas maldades; dejen sus malos caminos.
El Señor Dios Todopoderoso me ha revelado que este pecado no se les perdonará hasta el día de su muerte.
Entonces será como si yo hubiera esparcido agua limpia sobre ustedes, porque serán limpios; su inmundicia será lavada, y sus homenajes a los ídolos será cosa del pasado.
»Cualquiera que toque sus cuerpos muertos quedará impuro hasta la noche,
y deberá lavarse la ropa de inmediato. Además, se aislará hasta la noche por estar ritualmente impuro.
La persona que saque el animal muerto deberá lavarse la ropa y permanecerá impura hasta la noche. Es algo que está prohibido.
»Cualquier objeto, sin importar de qué material esté hecho, sobre el que caiga el animal muerto, quedará impuro, y deberán dejarlo en agua hasta el anochecer.
Será examinado nuevamente el séptimo día, y si la llaga no se ha extendido y no pareciera estar más hundida que el resto de la piel, el sacerdote lo declarará sano. El enfermo lavará su ropa, y quedará libre.
Al séptimo día nuevamente lo examinará, y si la mancha de la piel ha disminuido y no se han extendido, el sacerdote lo declarará sano. Era una erupción. Entonces la persona afectada sólo lavará su ropa y volverá a su vida normal.
y con el índice de la mano derecha rociará siete veces delante del Señor.
Después de la relación conyugal, la mujer y el hombre deberán bañarse y quedarán ritualmente impuros hasta la noche siguiente.
»La cama en que duerma o cualquier lugar en que se siente quedará contaminado,
La persona que se siente donde el hombre con flujo se haya sentado quedará ceremonialmente impura hasta la tarde, tendrá que lavar su ropa y bañarse.
»En cuanto al hombre que lleve el macho cabrío al desierto, lavará su ropa, se bañará y luego regresará al campamento.
Después la persona encargada de quemarlos lavará su ropa y se bañará antes de regresar al campamento.
»Y cualquier persona, nativa o extranjera, que coma carne de un animal que muere naturalmente o atacado por animales salvajes, deberá lavar su ropa y bañarse, y permanecerá impura hasta el anochecer, después de lo cual será declarada limpia.
El que junta las cenizas de la ternera deberá lavarse las ropas y quedará impuro hasta la noche. Esta es una ley permanente para beneficio del pueblo de Israel y para los extranjeros que viven en medio de ustedes.
Todo lo que una persona contaminada toque, permanecerá contaminado hasta la noche. Y quien toque a una persona contaminada, también quedará contaminado hasta la noche».
Y puesto que es así, acerquémonos a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, ya que en nuestro interior hemos sido purificados de una mala conciencia y exteriormente hemos sido lavados con agua pura.
Y si esto es así, ¡la sangre de Cristo es todavía mejor! Pues por medio del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha para purificar nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, para que sirvamos al Dios viviente.
Si así hubiera sido, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde que el mundo fue creado. Pero ahora, al final de los tiempos, se ha ofrecido una sola vez y para siempre para acabar con el pecado por medio de su propio sacrificio.
Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes, inconstantes, purifiquen su corazón!
―No, Señor —respondí—. Dímelo. ―Estos son los que pasaron por la gran tribulación —me dijo—. Su ropa está blanca porque la lavaron y blanquearon con la sangre del Cordero.
Saúl no dijo nada ese día porque supuso que algo había pasado, que quizás David estaba ceremonialmente impuro.