Salmos 51:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

² Lávame de toda mi culpa y límpiame de mi pecado.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

² Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Lávame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados.

La Biblia Textual 3a Edicion

² ¡Lávame más y más de mi maldad, y purifícame de mi pecado!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Cuando, después que se hubo unido a Betsabé, vino a su encuentro el profeta Natán.

Salmos 51:2 Tagairtí Cros

2 Samuel 11:4

David la mandó a buscar. Cuando Betsabé llegó, David se acostó con ella. Betsabé apenas acababa de completar los ritos de la purificación después de la menstruación. Después regresó a su casa.

2 Samuel 12:1

Entonces el Señor envió al profeta Natán a decirle a David lo siguiente:

Salmos 19:12

Pero, ¿cómo podré yo saber qué pecados acechan en mi corazón?

Salmos 51:7

Purifícame con hisopo, y volveré a ser puro. Lávame, y seré más blanco que la nieve.

Isaías 1:16

¡Oh, lávense, límpiense! Que no les vea yo nunca más cometer esas maldades; dejen sus malos caminos.

Jeremías 4:14

¡Oh Jerusalén, pon en orden tu vida mientras haya tiempo; aún puedes salvarte cambiando tu conducta y modo de pensar!

Ezequiel 36:25

Entonces será como si yo hubiera esparcido agua limpia sobre ustedes, porque serán limpios; su inmundicia será lavada, y sus homenajes a los ídolos será cosa del pasado.

Levítico 13:58

Si después de lavarla no reaparece la mancha, se podrá usar nuevamente, lavándola por segunda vez, y la prenda será declarada pura».

Zacarías 13:1

»En aquel día será como abrir un gran manantial en donde la descendencia real de David y todos los habitantes de Jerusalén puedan purificarse de todas las maldades que han cometido.

Juan 13:9

Simón Pedro le dijo: ―¡Señor, entonces no sólo los pies sino también las manos y la cabeza!

Hechos 22:16

No hay tiempo que perder. Levántate, bautízate, y lávate de tus pecados invocando su nombre”.

1 Corintios 6:11

Varios de ustedes merecían antes estos calificativos, pero ya el Señor les lavó sus pecados, los santificó y los justificó en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

Apocalipsis 1:5

y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, que fue el primero en levantarse de entre los muertos y que tiene autoridad sobre todos los reyes de la tierra. Al que nos ama y derramó su sangre para libertarnos de nuestros pecados,

Apocalipsis 7:14

―No, Señor —respondí—. Dímelo. ―Estos son los que pasaron por la gran tribulación —me dijo—. Su ropa está blanca porque la lavaron y blanquearon con la sangre del Cordero.