Juan 15:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Les harán todo esto por causa de mi nombre, porque ellos no conocen al que me envió. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Biblia Nueva Traducción Viviente Les harán todo eso a causa de mí, porque han rechazado a aquel que me envió. Biblia Católica (Latinoamericana) Les harán todo esto por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió. La Biblia Textual 3a Edicion Pero esto os harán por causa de mi nombre, porque no han conocido al que me envió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero todo esto os lo harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero todo esto os harán por causa de mi nombre; porque no conocen al que me envió. |
Escuchen las palabras de Dios, todos los que le temen y tiemblan ante sus palabras: Sus hermanos los odian y los desechan por ser leales a mi nombre. «Den gloria a Dios», dicen burlándose, «gócense en el Señor». Pero ellos serán avergonzados debido a estas burlas.
Y hasta tendrán que comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa. Esto les brindará la oportunidad de hablarles de mí y de proclamarme ante el mundo.
El mundo entero los va a odiar a ustedes por causa de mí, pero el que se mantenga fiel hasta el fin será salvo.
El que se apegue demasiado a su vida, la perderá; pero el que renuncie a ella porque me ama, la salvará.
Entonces a ustedes los torturarán, los matarán, los odiarán en todo el mundo por causa de mí,
»Dichosos ustedes cuando alguien los ofenda o persiga o diga todo tipo de mentiras contra ustedes por ser mis discípulos.
Todo el mundo los odiará a ustedes por causa de mí, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.
»Pero antes que todo esto suceda, echarán mano de ustedes y los perseguirán. Los entregarán a las sinagogas y los meterán en las cárceles. Por ser mis seguidores, los llevarán ante reyes y gobernadores.
»Dichosos ustedes cuando los odien, cuando los desprecien, los insulten y hablen mal de ustedes por causa del Hijo del hombre.
Ellos no serían culpables de pecado, si yo no hubiera hecho entre ellos las cosas que ningún otro ha hecho. Pero ya las han visto, y a pesar de eso, me odian a mí y a mi Padre.
»Padre justo, el mundo no te conoce, pero yo sí te conozco, y estos reconocen que tú me enviaste.
Le preguntaron: ―¿Dónde está tu padre? ―Si me conocieran a mí, también conocerían al Padre.
Jesús les respondió: ―Si yo me doy gloria a mí mismo, mi gloria no sirve de nada. Pero el que me da la gloria es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios.
Pero en realidad, ustedes no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo conozco. Si yo les dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero lo conozco y obedezco su palabra.
porque al andar por la ciudad hallé que entre todos los altares que poseen hay uno con la siguiente inscripción: “Al Dios desconocido”. Al Dios que ustedes han estado adorando sin conocer, es al que yo les anuncio.
»Yo mismo estaba convencido de que debía hacer todo lo posible por destruir el nombre de Jesús de Nazaret.
»Hermanos, comprendo que lo que ustedes le hicieron a Jesús lo hicieron en ignorancia, y lo mismo podría decirse de sus dirigentes.
Pero lo que sí podemos evitar es que lo sigan divulgando. Debemos prohibirles que sigan hablando a la gente en ese nombre».
Al salir del concilio, los discípulos iban gozosos de haber sido tenidos por dignos de sufrir ultrajes por la causa del Nombre.
Y sabemos que tiene órdenes de arresto, firmadas por los principales sacerdotes, para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.
A tal grado llegaron que, al no querer ni siquiera tener en cuenta a Dios, él los abandonó para que hicieran lo que sus mentes corruptas pudieran concebir.
Despierten y no pequen más, porque algunos de ustedes no conocen a Dios. Para avergonzarlos les digo eso.
Ninguno de los gobernantes del mundo la han comprendido, pues si la hubieran comprendido, no habrían crucificado al Señor de la gloria.
y castigue a los que no conocen a Dios ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús.
Miren cuánto nos ama el Padre que somos llamados hijos de Dios. ¡Y de veras lo somos! Como la mayoría de la gente no conoce a Dios, tampoco reconoce lo que somos.
Ellos viajan al servicio del Señor y no han aceptado ningún tipo de ayuda de los que no conocen a Dios.
Y sé también que has sufrido por mi causa pacientemente y sin claudicar.