Juan 8:54 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁵⁴ Jesús les respondió: ―Si yo me doy gloria a mí mismo, mi gloria no sirve de nada. Pero el que me da la gloria es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

⁵⁴ Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵⁴ Jesús contestó: —Si yo buscara mi propia gloria, esa gloria no tendría ningún valor, pero es mi Padre quien me glorificará. Ustedes dicen: “Él es nuestro Dios” ,

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵⁴ Jesús les contestó: 'Si yo me doy gloria a mí mismo, mi gloria no vale nada; es el Padre quien me da gloria, el mismo que ustedes llaman 'nuestro Dios'.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵⁴ Jesús respondió: Si Yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo que vosotros decís: Es nuestro° Dios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵⁴ Respondió Jesús: 'Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada; es el Padre el que me glorifica, de quien vosotros decís que es Dios vuestro,

Juan 8:54 Tagairtí Cros

Proverbios 25:27

Así como comer mucha miel es malo, también es malo que los hombres busquen su propia gloria.

Isaías 66:5

Escuchen las palabras de Dios, todos los que le temen y tiemblan ante sus palabras: Sus hermanos los odian y los desechan por ser leales a mi nombre. «Den gloria a Dios», dicen burlándose, «gócense en el Señor». Pero ellos serán avergonzados debido a estas burlas.

Oseas 1:9

Y el Señor le dijo a Oseas: «Llámalo Loamí (No pueblo mío), pues Israel ya no es mi pueblo, y yo no soy ya su Dios.

Juan 17:1

Al terminar de decir estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.

Juan 17:5

Y ahora, Padre, glorifícame en tu presencia con la misma gloria que tenía cuando estaba contigo, antes que el mundo existiera.

Juan 2:11

Jesús hizo esta señal, que fue la primera, en Caná de Galilea. Así dio a conocer su gloria; y sus discípulos creyeron en él.

Juan 5:41

»Yo no acepto la gloria de los hombres,

Juan 7:18

El que habla por su cuenta busca su propia gloria. Por el contrario, el que busca la gloria del que lo envió es una persona justa y dice la verdad.

Juan 7:39

Lo que quería decir con esto era que los que creyeran en él recibirían el Espíritu. El Espíritu Santo todavía no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado.

Juan 8:41

Lo que ustedes hacen es lo que hace su padre. Ellos le respondieron: ―Nosotros no somos hijos que nacieron de prostitución. Nuestro Padre es sólo uno, y es Dios mismo.

Juan 8:50

Yo no busco que me den la gloria a mí; pero hay uno que sí la busca, y él es el que juzga.

Hechos 3:13

El Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob y de nuestros antepasados, a través de este milagro ha honrado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron y rechazaron ante Pilato, a pesar de que este estaba resuelto a ponerlo en libertad.

2 Corintios 10:18

Porque la persona que de veras es digna de aprobación no es la que se alaba a sí misma, sino aquella a la que el Señor alaba.

1 Pedro 1:12

A ellos se les hizo saber que no se estaban sirviendo a ellos mismos, sino a ustedes. Los profetas hablaban de las cosas que ahora les han anunciado a ustedes los que les predicaron el evangelio con el poder del Espíritu Santo que fue enviado desde el cielo. Los mismos ángeles quisieran contemplar estas cosas.

1 Pedro 1:21

Por medio de Cristo, ustedes creen en Dios, que lo resucitó y lo llenó de gloria, para que ustedes pongan su fe y esperanza en Dios.

2 Pedro 1:17

Estábamos con él en el monte santo cuando resplandeció con la gloria y honor de Dios el Padre. Una voz desde la imponente gloria le dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».