Gruñen sobre sus víctimas como mar rugiente. Nube de tinieblas y dolor cubre a Israel. Negro es el cielo.
Jeremías 30:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 «¿Dónde hallaremos paz?» claman. «No hay sino miedo y temblor». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque así ha dicho Jehová: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de paz. Biblia Nueva Traducción Viviente Esto dice el Señor: «Oigo gritos de temor; hay terror y no hay paz. Biblia Católica (Latinoamericana) Esto dice Yavé:
He oído un grito de terror,
de pánico, no de paz. La Biblia Textual 3a Edicion Así dice YHVH: ¡Gritos de terror hemos oído, De espanto y no de paz! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así dice Yahveh: 'Oigo gritos de terror, de temor, y no de paz. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque así dice Jehová: Hemos oído voz de temblor, de temor, y no de paz. |
Gruñen sobre sus víctimas como mar rugiente. Nube de tinieblas y dolor cubre a Israel. Negro es el cielo.
Dan rugidos como osos hambrientos; se quejan con gemidos lastimeros como palomas. Buscan a Dios para que los proteja, pero él se abstiene, él les ha vuelto la espalda,
Ejércitos destructores saquean la tierra. El Señor se vale de ellos como si fueran una espada y con ella causa gran destrozo. ¡No hay donde ocultarse de la destrucción; nadie escapará!
Escuchen los frenéticos gritos de los pastores y de los otros líderes que claman desesperados porque el Señor ha arruinado sus pastos.
¡Pero vean lo que acontece! El ejército egipcio huye atemorizado; los más valerosos de sus soldados corren sin volver la mirada. Sí, el terror los rodeará por todos lados, dice el Señor.
El Señor dice: ¡Vean los ejércitos que marchan desde el norte, una nación poderosa se lanza contra ustedes!
¡Ay Jerusalén, orgullo de mi pueblo, vístete de luto y siéntate sobre cenizas a llorar amargamente como por la muerte de un hijo único, porque en seguida caerán sobre ti los ejércitos destructores!
Se escucha gran escándalo de guerra viniendo del norte. Todo el mundo se llena de espanto al acercarse el terrible ejército, pues viene el enemigo y a su paso acaba con todo cuanto halla, ciudades y gente por igual.
Escuchen el llanto de mi pueblo por toda la tierra: «¿En dónde está el Señor?», preguntan, «¿nos ha abandonado Dios?». ¡Ay! ¿Por qué me han provocado con sus ídolos labrados y sus perversos ritos extraños?, responde el Señor.
Escuchen a Jerusalén llorando desesperada: «¡Estamos arruinados! ¡Nos ha sobrevenido el desastre! ¡Tenemos que abandonar nuestra patria y nuestros hogares!».
Y yo transformaré sus fiestas alegres en velorios tristes, y sus cantos de gozo en gritos de desesperación. Haré que ese día se pongan ropa de luto y se rapen la cabeza en señal de dolor y vergüenza. Ese día habrá tanto llanto y amargura como cuando se muere un hijo único.
»Se burlan de príncipes y reyes; se ríen de toda ciudad bien protegida, pues no hay muralla que pueda contenerlos pues levantan rampas de tierra contra sus muros y se apoderan de ellas con toda facilidad.
Estoy levantando una nueva potencia en el escenario mundial: los caldeos. Esa es una nación cruel y violenta que marchará por el mundo y conquistará con su poderoso ejército a las naciones vecinas.