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Jeremías 12:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Luego el Señor dijo: He abandonado a mi pueblo, mi propiedad; en manos de sus enemigos he entregado lo que más amo.

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Biblia Reina Valera 1960

He dejado mi casa, desamparé mi heredad, he entregado lo que amaba mi alma en mano de sus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Yo he abandonado a mi pueblo, mi posesión más preciada. He entregado a los que más amo a sus enemigos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Abandoné mi casa, dejé mi propiedad, he entregado lo que más quería en manos de mis enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

He abandonado mi Casa, He desamparado mi heredad, He entregado en manos enemigas al amor de mi alma,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

He abandonado mi casa, he rechazado mi heredad, he entregado el amor de mi alma en mano de sus enemigos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

He abandonado mi casa, he dejado mi heredad, he entregado lo que amaba mi alma en manos de sus enemigos.

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Jeremías 12:7
23 Tagairtí Cros  

Rechazaré aun a los pocos de mi pueblo que han quedado, y los entregaré como despojo y botín en manos de sus enemigos.


Por eso la ira del Señor ardió contra su pueblo; a su misma heredad aborreció.


Tan furioso estaba contra su propio pueblo, que dejó que los mataran a filo de espada.


El Señor los ha rechazado porque dieron cabida a extranjeros del oriente que practican la magia y se comunican con los malos espíritus, como hacen los filisteos.


¿Qué derecho tiene mi pueblo para seguir acudiendo a mi templo? Porque han sido infieles adorando otros dioses. ¿Podrán ahora las promesas y los sacrificios desviar el castigo que les espera y volver a contar con vida y alegría?


«¡Oh Señor!», clamará el pueblo, «¿has rechazado por completo a Judá? ¿Aborreces a Jerusalén? ¿Tendremos de nuevo paz cuando pase el castigo? Nosotros pensábamos: Ahora por fin el Señor nos sanará y vendará nuestras heridas. Pero la paz no llegó y sólo reinan por todos lados la desesperación y el terror.


Y la magnífica herencia que les tenía reservada se les escapará de las manos, y los enviaré a servir como esclavos a sus enemigos en tierras lejanas. Porque han provocado mi gran cólera la cual será muy difícil de aplacar.


Pero si no atienden esta advertencia, juro por mi gran fama, dice el Señor, que este palacio lo convertiré en ruinas y la familia real acabada.


Cuando alguien del pueblo o uno de sus «profetas» o sacerdotes te pregunten: «Anda Jeremías, ¿qué tristes noticias del Señor tienes hoy?», les responderás: «¿Qué tristes noticias? ¡Ustedes son las tristes noticias, porque el Señor los ha reprobado!».


porque el Señor de los ejércitos no ha abandonado a Israel ni a Judá, todavía es el Dios de ellos a pesar de la gran cantidad de faltas que han cometido contra Dios, el Santo de Israel.


¡Oh Jerusalén, rápate la cabeza en señal de vergüenza y llora solitaria sobre los montes, porque el Señor ha rechazado y abandonado a este pueblo, quien ha provocado su enojo!


El Señor dice: «Cuando Israel era niño yo lo amé como a un hijo, y lo liberé de Egipto.


El Señor dice: «Toda su maldad comenzó en Guilgal; allí yo comencé a odiarlos. Yo los expulsaré de mi tierra por causa de su idolatría. No los amaré más, pues todos sus jefes son rebeldes a mí.


¡Hagan sonar la trompeta que señala la alerta en Sion! ¡Proclamen ayuno y convoquen a todo el pueblo a una solemne reunión!


juntaré los ejércitos del mundo en el valle de Josafat. Allí los juzgaré y castigaré por haber hecho daño a mi pueblo, por haberlo esparcido entre las naciones y haber repartido mi tierra.


Unos morirán a filo de espada y a otros los llevarán prisioneros a todas las naciones. Los gentiles pisotearán a Jerusalén, hasta que llegue el tiempo señalado para ellos.


Acerca de Benjamín dijo Moisés: «Es el amado del Señor y vive con seguridad cerca de él. El Señor lo rodea con sus cuidados de amor y lo preserva de todo mal».