Jeremías 12:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁸ Es que mi pueblo ha rugido en mi contra como león del bosque, y entonces los he tratado como si no los amara.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Mi heredad fue para mí como león en la selva; contra mí dio su rugido; por tanto, la aborrecí.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Mi pueblo elegido ha rugido contra mí como un león en la selva, por eso lo traté con desprecio.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Los míos se han portado conmigo como un león de la selva, que ha lanzado contra mí sus rugidos; por eso, les tengo rencor.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Porque mi heredad, rugiendo como león feroz, se volvió contra mí; Por eso la he aborrecido.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Mi heredad fue para mí como león en la selva: lanzó contra mí su rugido, por eso la aborrecí.

Jeremías 12:8 Tagairtí Cros

Isaías 59:13

conocemos nuestra desobediencia, hemos negado al Señor Dios nuestro. Sabemos lo rebeldes e injustos que somos, pues minuciosamente tramamos nuestras mentiras.

Jeremías 2:15

Veo grandes ejércitos que marchan sobre Jerusalén entre grandes alaridos de guerra para destruirla y dejar en ruinas sus ciudades, incendiadas y desoladas. Le causaron tantos estragos como harían cachorros de león con sus juegos violentos.

Jeremías 51:38

Ebrios en sus festines, los babilonios rugen como leones.

Ezequiel 23:18

Y yo la desprecié, tal como había despreciado a su hermana, pues ella se expuso delante de ellos y se entregó a sus pasiones.

Oseas 9:15

El Señor dice: «Toda su maldad comenzó en Guilgal; allí yo comencé a odiarlos. Yo los expulsaré de mi tierra por causa de su idolatría. No los amaré más, pues todos sus jefes son rebeldes a mí.

Amós 6:8

El Señor, el Dios Todopoderoso, ha jurado por su propia gran fama: «¡Yo desprecio el orgullo y la vanidad de Israel, y odio sus hermosos palacios! Por eso entregaré esta ciudad a sus enemigos; sí, la entregaré con todo lo que hay en ella».

Miqueas 2:8

Antes ustedes eran mi pueblo, pero ahora se han convertido en mis enemigos. Son tan malos que a los que regresan agotados de la guerra, ustedes les arrebatan su ropa.

Zacarías 11:8

Me deshice de tres pastores malvados en un solo mes. Realmente no podía soportar su ineficacia, además de que ellos me odiaban.