Génesis 2:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 De este modo fueron creados los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Así quedó terminada la creación de los cielos y de la tierra, y de todo lo que hay en ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Así estuvieron terminados el cielo, la tierra y todo lo que hay en ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Así fueron acabados los cielos y la tierra y todo su ejército.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así fueron acabados el cielo y la tierra y todos sus moradores. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así fueron acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. |
A la parte seca Dios le dio el nombre de «tierra», y a las aguas las llamó «mares». Dios vio que todo esto era hermoso.
Aquí termina la historia de la creación del cielo y de la tierra. Cuando Dios el Señor hizo la tierra y el cielo,
Allí hizo esta oración: «Señor, Dios de Israel, que te sientas en tu trono, por encima de los ángeles, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra, pues tú creaste los cielos y la tierra.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que ha dado a David un hijo tan sabio, inteligente y entendido para edificar el templo del Señor y un palacio real.
»Señor, tú eres el único Dios. Tú has hecho los cielos de los cielos, la tierra y los mares, y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todo cuanto has creado, y todos los ángeles de los cielos te adoran.
Te cubres de luz como con un manto; extiendes los cielos como un velo.
creador del cielo y de la tierra; los mares y cuanto en ellos hay. Él es el Dios que cumple siempre todas sus promesas.
Bastó que hablara, y se formaron los cielos; que soplara para que se formaran todas las estrellas.
Porque bastó que hablara, y surgió el mundo. ¡A su mandato, apareció!
porque en seis días hizo el Señor los cielos, la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó el séptimo día. Por eso bendijo el día de reposo y lo santificó.
Es un símbolo eterno del pacto que he hecho con el pueblo de Israel, porque en seis días yo, el Señor, hice el cielo y la tierra, y el séptimo día descansé».
En aquel día los cielos se fundirán y desaparecerán como quien enrolla un pergamino, y como si fueran hojas, o fruta madura, caerán las estrellas.
El Señor Dios que creó el cielo y lo extendió, y creó la tierra y cuanto hay en ella, y que da vida, aliento y espíritu a todos en el mundo, es el que dice:
Yo hice la tierra y creé al ser humano en ella. Con mis propias manos extendí el cielo y ordené las incontables miríadas de estrellas.
Porque el Señor creó el cielo y la tierra y lo puso todo en su sitio, e hizo el mundo para que fuera habitado, y no un caos vacío. Yo soy el Señor, dice él, y no hay otro.
Mi mano fue la que echó los cimientos de la tierra, la palma de mi mano derecha extendió el cielo alto. Hablé y existieron.
Porque así como el cielo es más alto que la tierra, mi conducta y mis pensamientos son más elevados que los de ustedes.
Pues miren, estoy creando un nuevo cielo, y una tierra nueva, tan admirables que nadie volverá a recordar las cosas pasadas.
Fue nuestro Dios quien formó la tierra por medio de su poder e inteligencia, quien con suma sabiduría colgó las estrellas en el espacio y extendió los cielos.
¡Qué diferente es el Dios de Jacob, él es el Creador de todo, e Israel es su nación elegida. Señor de los ejércitos es su nombre.
Desenterrará sus huesos y los esparcirá por la tierra ante el sol, la luna y las estrellas, ¡dioses de mi pueblo, a quienes ellos han amado y adorado! Sus huesos no volverán a recogerse ni a enterrarse sino que serán esparcidos como estiércol en la tierra.
Este es el mensaje que el Señor tiene acerca de Israel: El Señor, que hizo los cielos, que puso los fundamentos de la tierra y que le dio vida al ser humano, dice esto:
De repente aparecieron muchos ángeles del cielo que alababan a Dios y decían:
Entonces los creyentes, unánimemente, oraron así: «Soberano Señor, creador del cielo, de la tierra, del mar y de cuanto en ellos existe:
Pero entonces Dios se apartó de ellos y los dejó entregarse a la adoración del sol, la luna y las estrellas. En el libro de los profetas el Señor pregunta: »“¿Fue a mí al que le estuviste ofreciendo sacrificios durante los cuarenta años que pasaste en el desierto, Israel?
No levanten la vista a los cielos para adorar al sol, la luna o las estrellas. El Señor le ha tolerado esto a otras naciones, pero no a ustedes.
Sólo los que tenemos fe podemos entrar en el reposo de Dios. Él ha dicho: «airado contra ellos, juré que no entrarían al reposo que les tenía preparado». Aunque su trabajo quedó listo con la creación del mundo,