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Hechos 4:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

24 Entonces los creyentes, unánimemente, oraron así: «Soberano Señor, creador del cielo, de la tierra, del mar y de cuanto en ellos existe:

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Biblia Reina Valera 1960

24 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Cuando los creyentes oyeron las noticias, todos juntos alzaron sus voces en oración a Dios: «Oh Señor Soberano, Creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Los escucharon, y después todos a una elevaron su voz a Dios, diciendo: 'Señor, tú hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y cuando ellos lo oyeron, alzaron unánimes la voz a Dios,° y dijeron: Soberano, Tú eres el que hiciste el cielo y la tierra y el mar, y todo lo que en ellos hay;°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Al oírlos, alzaron a una su voz a Dios y dijeron. 'Señor, tú eres el que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto en ellos hay.

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Hechos 4:24
20 Tagairtí Cros  

Allí hizo esta oración: «Señor, Dios de Israel, que te sientas en tu trono, por encima de los ángeles, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra, pues tú creaste los cielos y la tierra.


Señor, Dios nuestro, te rogamos que nos salves del poder del rey de Asiria. Así todos los reinos de la tierra sabrán que solamente tú eres Dios».


»Señor, tú eres el único Dios. Tú has hecho los cielos de los cielos, la tierra y los mares, y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todo cuanto has creado, y todos los ángeles de los cielos te adoran.


porque en seis días hizo el Señor los cielos, la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó el séptimo día. Por eso bendijo el día de reposo y lo santificó.


Yo, sí, yo soy el que te conforta y te da todo este gozo. Así pues, ¿por qué temer a los simples mortales que cual la hierba se marchitan y desaparecen?


Con esta confianza que me inspiras, cantaré de alegría y agradecimiento al Señor. ¡Cantemos, pues pobre y menesteroso como yo era, él me ha liberado de mis perseguidores!


«¡Oh Señor Dios! Tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder; no hay para ti nada demasiado difícil.


―¡Señores! ¿Qué están haciendo? ¡Nosotros somos seres humanos como cualquiera de ustedes! Hemos venido a traerles las buenas noticias de que deben dejar ya estas cosas que no sirven para nada, y que se vuelvan al Dios viviente que hizo los cielos, la tierra, el mar y cuanto en ellos existe.


Era ya media noche. Pablo y Silas todavía estaban orando y cantando himnos al Señor. Los demás prisioneros escuchaban.


Una vez libres, Pedro y Juan fueron en busca de los demás discípulos y les contaron lo que los jefes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho.


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