Hechos 7:42 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 200842 Pero entonces Dios se apartó de ellos y los dejó entregarse a la adoración del sol, la luna y las estrellas. En el libro de los profetas el Señor pregunta: »“¿Fue a mí al que le estuviste ofreciendo sacrificios durante los cuarenta años que pasaste en el desierto, Israel? Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196042 Y Dios se apartó, y los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios En el desierto por cuarenta años, casa de Israel? Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente42 Entonces Dios se apartó de ellos y los abandonó, ¡para que sirvieran a las estrellas del cielo como sus dioses! En el libro de los profetas está escrito: “Israel, ¿acaso era a mí a quien traías sacrificios y ofrendas durante esos cuarenta años en el desierto? Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)42 Entonces Dios se apartó de ellos y dejó que adoraran a los astros del cielo, como está escrito en el Libro de los Profetas: '¿Acaso me ofrecieron ustedes víctimas y sacrificios durante cuarenta años en el desierto?' Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion42 Pero Dios se apartó y los entregó a rendir culto al ejército del cielo,° como está escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios En el desierto por cuarenta años, oh casa de Israel? Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197542 Pero Dios se apartó de ellos y los entregó a dar culto al ejército del cielo, según está escrito en el libro de los Profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios durante cuarenta años en el desierto, casa de Israel; Féach an chaibidil |
Reedificó los santuarios de las colinas, que su padre Ezequías había destruido. Edificó altares a Baal e hizo una abominable imagen de la diosa Aserá, tal como lo había hecho Acab, rey de Israel. Levantó altares al dios sol, a la diosa luna, y a los dioses de las estrellas en el templo del Señor, ¡precisamente en la ciudad y el edificio que el Señor había elegido para honrar su propio nombre!