Y que Jacob, efectivamente, obedeció a su padre y a su madre, y se fue para Padán Aram.
Efesios 6:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es lo que deben hacer los que pertenecen al Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Biblia Nueva Traducción Viviente Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, pues esto es lo correcto. Biblia Católica (Latinoamericana) Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es un deber: Honra a tu padre y a tu madre. La Biblia Textual 3a Edicion Los hijos: Obedeced en el Señor a vuestros progenitores, porque esto es justo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, pues esto es justo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo. |
Y que Jacob, efectivamente, obedeció a su padre y a su madre, y se fue para Padán Aram.
Pocos días después Israel llamó a José y le dijo: ―Tus hermanos están en Siquén apacentando el ganado. Anda a ver cómo están ellos y el ganado, y vuelve a avisarme. ―Muy bien —respondió José. Entonces José salió del valle de Hebrón y se dirigió a Siquén.
José tomó a sus hijos de la mano, se inclinó delante de su padre, e hizo que los muchachos se postraran delante de su abuelo: Efraín a la izquierda de Israel y Manasés a su derecha.
De modo que, de acuerdo con las órdenes de Israel, sus hijos llevaron su cuerpo a la tierra de Canaán y lo sepultaron en la cueva de Macpela, la cueva que Abraham había comprado en el campo de Efrón el hitita, cerca de Mamré.
»Tú descendiste al monte Sinaí y hablaste con ellos desde el cielo; y les diste leyes, estatutos y mandamientos rectos, firmes y excelentes.
Ester no le había dicho a nadie a qué familia y nación pertenecía, tal como Mardoqueo le había ordenado, pues Ester lo obedecía como cuando estaba bajo su cuidado.
Y el hombre le declarará a sus amigos: “Pequé, pero Dios me dejó libre.
Señor, yo sé que tus juicios son justos, y que me disciplinaste porque lo necesitaba.
Las normas del Señor son justas: traen alegría al corazón. Los mandamientos del Señor son claros: dan luz a los ojos.
Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no rechaces las enseñanzas de tu madre.
Escucha a tu padre que te dio la vida, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.
Al que mira con desprecio a su padre y menosprecia a su madre anciana, que los cuervos le saquen los ojos y los buitres se lo devoren.
Hijo mío, obedece siempre los mandamientos y enseñanzas de tu padre y de tu madre.
No beben vino porque su padre se lo prohibió. Pero yo les he hablado a los habitantes de Judá e Israel una y otra vez y no quieren escuchar ni obedecer.
Entonces Jeremías se volvió a los recabitas y dijo: El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice que puesto que han obedecido a su padre en todos los sentidos, este tendrá siempre descendientes que le rindan homenaje.
Y lo hemos obedecido en todo esto. Desde entonces jamás hemos bebido vino nosotros ni nuestras esposas ni nuestros hijos ni nuestras hijas.
Todo aquel que es sabio y prudente entenderá estas cosas. Todo aquel que es inteligente, que escuche y siga mis consejos. Pues los senderos del Señor son verdaderos y justos, y las personas buenas caminan por ellos. Pero la gente mala se pierde en sus propios malos pasos.
Entonces Jesús volvió con sus padres a Nazaret y los obedecía en todo. Pero su madre guardaba todas estas cosas en el corazón.
No se amolden a la conducta de este mundo; al contrario, sean personas diferentes en cuanto a su conducta y forma de pensar. Así aprenderán lo que Dios quiere, lo que es bueno, agradable y perfecto.
Recíbanla muy bien en el Señor, como debemos hacerlo con los hermanos en la fe. Ayúdenla en todo lo que puedan, porque ella ha ayudado mucho a otras personas y a mí mismo.
Por eso, amados hermanos míos, estén firmes y constantes; trabajen siempre para la obra del Señor, conscientes de que nada de lo que hagamos para el Señor será en vano.
»Si un hombre tiene un hijo soberbio y rebelde que no obedece a su padre ni a su madre aun cuando ellos lo hayan castigado,
Pero si tienen hijos o nietos, estos deben hacerse cargo de ellas, porque su responsabilidad empieza con los de su propia familia. Así corresponderán al amor de sus padres y abuelos, porque eso le agrada a Dios.
Por causa del Señor, obedezcan a toda autoridad humana, ya sea al rey porque es el que tiene más autoridad,
En la madrugada del día siguiente David dejó las ovejas con otro pastor y partió con los regalos. Llegó a las afueras del campamento en el momento en que el ejército de Israel salía en orden de batalla y lanzaba gritos de guerra.