Absalón dijo a sus servidores: ―Esperen hasta que Amnón se embriague, y entonces, a una señal mía, mátenlo. No teman, yo soy el que manda aquí y esto es una orden. Sean valientes y háganlo.
Eclesiastés 7:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El sabio piensa mucho en la muerte, mientras que el necio sólo piensa en divertirse hoy. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. Biblia Nueva Traducción Viviente El que es sabio piensa mucho en la muerte, mientras que el necio solo piensa en divertirse. Biblia Católica (Latinoamericana) La casa en duelo da para pensar a los sabios, los tontos no piensan más que en la casa alegre. La Biblia Textual 3a Edicion El corazón del los sabios está en la casa del luto, Pero el corazón del necio, en la casa del placer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El corazón de los sabios está en la casa de duelo; el corazón de los necios, en la casa de fiesta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El corazón de los sabios, está en la casa del luto, mas el corazón de los necios, está en la casa del placer. |
Absalón dijo a sus servidores: ―Esperen hasta que Amnón se embriague, y entonces, a una señal mía, mátenlo. No teman, yo soy el que manda aquí y esto es una orden. Sean valientes y háganlo.
Hacia el mediodía, cuando Ben Adad y los treinta y dos reyes aliados estaban bebiendo y se habían embriagado, salieron los primeros hombres de Acab de la ciudad.
Me dije entonces: «¡Anda, alégrate; sáciate de gozo!». Pero descubrí que esto también era vano.
Mejor es el dolor que la risa, porque la tristeza ejerce una influencia purificadora.
Yo desvarío, el corazón me late impetuoso, soy presa de espantoso miedo. Todo reposo nocturno —¡qué agradable era!— ha desaparecido; estoy en mi lecho desierto y tembloroso.
Y mientras yacen embriagados de vino, yo les prepararé otra fiesta, y haré que beban hasta que caigan en tierra sin sentido, a dormir para siempre, para no despertar jamás, dice el Señor.
Yo embriagaré a sus príncipes, sabios, gobernantes, capitanes y guerreros. ¡Caerán dormidos para no despertar más!, dice el Rey, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos.
En las fiestas que el rey celebra, los príncipes le dan vino hasta emborracharlo; y el rey se olvida de su posición de honor y se revuelca en el suelo con los que se burlan de él.
El Señor arroja a sus enemigos en el fuego como si fueran espinos; entonces ellos arden como si fueran paja.
Cuando ella llegó a su casa, encontró que Nabal estaba celebrando un gran festín. Como estaba completamente ebrio, ella decidió no hablarle de su encuentro con David hasta el día siguiente.
Los condujo, en efecto, al campamento de los amalecitas. Ellos se habían esparcido en los campos, donde comían y bebían y danzaban con gran gozo para celebrar la gran cantidad de botín que habían tomado de los filisteos y de los hombres de Judá.