2 Corintios 2:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Ya es hora de perdonarlo y consolarlo, no vaya a ser que se consuma de tanta tristeza. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza. Biblia Nueva Traducción Viviente No obstante, ahora es tiempo de perdonarlo y consolarlo; de otro modo, podría ser vencido por el desaliento. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora es mejor que lo perdonen y le den ánimo, no sea que la pena sea más grande de lo que pueda soportar. La Biblia Textual 3a Edicion Así al contrario, que mucho más lo perdonéis y consoléis, para que el tal no sea abrumado por demasiada tristeza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 así que, ahora, más bien tenéis que perdonarlo y animarlo, para que no se sienta abrumado por la excesiva tristeza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) así que, al contrario, vosotros más bien debierais perdonarle y consolarle, para que el tal no sea consumido de demasiada tristeza. |
Cuando todos te veamos, ellos serán consumidos como por el fuego de un horno, en tu presencia. En su ira los devorará el Señor; fuego los consumirá.
De lo alto enviará ayuda para salvarme, me librará de aquellos que quieren atraparme. Dios enviará su amor y su verdad.
Nos tragaremos vivo a alguien, como el sepulcro se traga a los hombres que caen en él.
El corazón alegre es una buena medicina, pero el ánimo triste debilita el cuerpo.
¡Pero hoy está gobernada por borrachos! Sus sacerdotes y profetas vacilan y se tambalean, cometiendo estupideces y errores.
Cuando así suceda, se cumplirá la siguiente profecía: «Ha sido devorada la muerte por la victoria».
El cuerpo terrenal que ahora tenemos nos hace gemir y suspirar, ya que no queremos desvestirnos de este cuerpo. Preferimos revestirnos del nuevo cuerpo, de manera que nuestro cuerpo mortal sea absorbido por la vida.
Dios a veces permite que nos vengan tristezas para impulsarnos a apartarnos del pecado y tener la salvación. Jamás debemos quejarnos de estas tristezas. Pero las tristezas del mundo sólo producen muerte.
Al contrario, sean bondadosos entre ustedes, sean compasivos y perdónense las faltas los unos a los otros, de la misma manera que Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.
Es verdad que estuvo enfermo y casi se muere. Pero Dios se compadeció de él, y no sólo de él, sino también de mí, para que no tuviera más tristeza de la que ya tengo.
Sopórtense unos a otros y perdonen a quienes se quejen de ustedes. Si el Señor los perdonó, ustedes están obligados a perdonar.
Hermanos, no queremos que ignoren lo que pasa con los que mueren, para que no se pongan tristes como esos otros que no tienen esperanza.
Hermanos, un mandamiento les doy en nombre del Señor Jesucristo: Apártense de cualquier hermano que ande con holgazanerías y que no siga las enseñanzas que ustedes recibieron de nosotros.