¡Dichosas tus gentes! ¡Dichosos tus servidores, que están siempre junto a ti y escuchan tu sabiduría!
Proverbios 8:34 - Biblia Martin Nieto dichoso el hombre que me escucha velando a mis puertas día tras día, vigilando a la entrada de mi casa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Alegres son los que me escuchan, y están atentos a mis puertas día tras día, y me esperan afuera de mi casa! Biblia Católica (Latinoamericana) Feliz el que me escucha,
que aguarda cada día junto a mi puerta
y permanece a la espera, en el umbral. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Cuán bienaventurado es el hombre que me escucha, Vigilando en mis portones cada día, Aguardando en el umbral de mis entradas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Feliz el hombre que me escucha vigilando a mis puertas cada día, guardando los dinteles de mi entrada; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bienaventurado el hombre que me oye, velando a mis puertas cada día, aguardando a los umbrales de mis puertas. |
¡Dichosas tus gentes! ¡Dichosos tus servidores, que están siempre junto a ti y escuchan tu sabiduría!
Una cosa pido al Señor, sólo eso busco: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida para gustar la dulzura del Señor y contemplar la belleza de su templo.
Con un poco de la sangre se untarán las jambas y el dintel de las casas en que se ha de comer.
Desde lo alto de los muros llama, a la entrada de las puertas de la ciudad pronuncia sus discursos:
Bienaventurado el hombre que ha encontrado la sabiduría, el hombre que ha adquirido la inteligencia;
Es un árbol de vida para los que la abrazan, y los que la poseen son bienaventurados.
El que escucha mis palabras y las pone en práctica se parece a un hombre sensato que ha construido su casa sobre roca.
Ambos eran justos ante Dios, pues guardaban irreprochablemente todos los mandamientos y preceptos del Señor.
Marta tenía una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras.
Pero él le dijo: 'Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica'.
Eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la unión fraterna, en partir el pan y en las oraciones.