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Salmos 27:4 - Biblia Martin Nieto

4 Una cosa pido al Señor, sólo eso busco: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida para gustar la dulzura del Señor y contemplar la belleza de su templo.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Lo único que le pido al Señor —lo que más anhelo— es vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del Señor y meditando dentro de su templo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Una cosa al Señor sólo le pido, la cosa que yo busco es habitar en la casa del Señor mientras dure mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y cuidar de su santuario.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Una cosa he demandado a YHVH, ésta buscaré: Que esté yo en la Casa de YHVH todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de YHVH, e inquirir en su templo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Una cosa yo pido del Señor, una cosa suplico: habitar en la casa del Señor, todos los días de mi vida, para contemplar la belleza del Señor al visitar su templo.

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Salmos 27:4
30 Tagairtí Cros  

En tiempos de David hubo una gran hambre durante tres años consecutivos. David consultó al Señor, y el Señor le dijo: 'Hay sangre sobre Saúl y sobre su casa, porque él mató a los gabaonitas'.


Lealtad y dicha me acompañan todos los días de mi vida; habitaré en la casa del Señor por siempre jamás.


Lavo mis manos en señal de inocencia, para dar vueltas en torno a tu altar


Señor, yo amo la casa donde tú resides, el lugar donde tu gloria habita.


De ti mi corazón me ha dicho: 'Busca su rostro'; es tu rostro, Señor, lo que yo busco;


Desde Sión, dechado de hermosura, Dios resplandece.


Nuestros delitos son más fuertes que nosotros, pero tú nos los perdonas.


oh Dios, contempla nuestro escudo, fíjate en el rostro de tu ungido.


Hasta el gorrión ha encontrado una casa y la golondrina un nido donde poner sus polluelos: tus altares, Señor omnipotente, rey mío y Dios mío.


La bondad del Señor, nuestro Dios, esté con nosotros. Haz prosperar la acción de nuestras manos; sí, haz prosperar la acción de nuestras manos.


Me buscaréis y me hallaréis, porque me habréis buscado de todo corazón.


Me dirigí al Señor implorándole con oraciones y súplicas, con ayuno, sayal y ceniza.


Salta de júbilo, hija de Sión; alégrate, hija de Jerusalén, porque tu rey viene a ti: justo y victorioso, humilde y montado en un asno, joven cría de una asna.


Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura.


y sólo es necesaria una. María ha escogido la parte mejor, y nadie se la quitará'.


'Esforzaos por entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.


Sobre la necesidad de orar siempre sin desfallecer jamás, les dijo esta parábola:


Tenía ochenta y cuatro años. Estaba siempre en el templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones.


Y todos nosotros, con la cara descubierta, reflejando como en un espejo la gloria del Señor, nos transformamos en su misma imagen, resultando siempre más gloriosos, bajo el influjo del Espíritu del Señor.


Pues el mismo Dios, que dijo: Brille la luz de entre las tinieblas,


Hermanos, yo no creo haberla alcanzado ya; de una cosa me ocupo: olvidando lo que queda atrás, me lanzo en persecución de lo que está delante;


La verdaderamente viuda y desamparada tiene puesta su esperanza en Dios y persevera día y noche en las plegarias y en las oraciones.


Ahora bien, sin la fe es imposible agradarle; porque aquel que se acerca a Dios debe creer que existe y que recompensará a aquellos que lo buscan.


y le hizo esta promesa: '¡Oh Señor todopoderoso!, si quieres mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y me das un hijo varón, yo lo consagraré al Señor por todos los días de su vida, y la navaja no pasará por su cabeza'.


Éste consultó al Señor por él, le proveyó de víveres y le dio la espada de Goliat, el filisteo'.


David consultó al Señor: '¿Perseguiré a esa banda? ¿La alcanzaré?'. Y le respondió: 'Persíguela, porque la alcanzarás y libertarás a los prisioneros'.


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