Mateo 8:3 - Biblia Martin Nieto Jesús extendió la mano, lo tocó y dijo: 'Quiero. Queda limpio'. Y al instante quedó limpio de su lepra. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús extendió la mano y lo tocó. —Sí quiero —dijo—. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús extendió la mano, lo tocó y le dijo: 'Quiero, queda limpio. Al momento quedó limpio de la lepra. La Biblia Textual 3a Edicion Y extendiendo la mano lo tocó diciendo: Quiero, sé limpio. Y al instante fue limpiada su lepra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: 'Quiero, queda limpio'. E inmediatamente quedó limpio de su lepra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jesús extendiendo su mano le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra. |
Naamán se enfadó y se fue diciendo: 'Yo pensaba que saldría a recibirme, que invocaría el nombre del Señor, su Dios, que me tocaría con su mano y así sanaría de mi lepra.
Entonces bajó, se bañó siete veces en el Jordán, como había dicho el hombre de Dios, y su cuerpo quedó limpio como el de un niño.
Luego le dijo: 'Vuelve a meter tu mano en el pecho'. Volvió a meterla y, al sacarla, estaba de nuevo normal.
Entonces dijo al hombre: 'Extiende tu mano'. Él la extendió y quedó sana como la otra.
Él, compadecido, extendió la mano, lo tocó y le dijo: 'Quiero, queda limpio'.
Él se levantó, increpó al viento y dijo al mar: '¡Calla! ¡Cálmate!'. Y el viento cesó y se hizo una gran calma.
La agarró de la mano y le dijo: 'Talitha kumi', que significa: 'Muchacha, yo te digo: ¡Levántate!'.
alzó los ojos al cielo, suspiró y le dijo: '¡Epheta!', que quiere decir '¡Ábrete!'.
Jesús, al ver que acudía más gente, increpó al espíritu inmundo diciendo: 'Espíritu mudo y sordo, yo te lo ordeno: Sal del muchacho y nunca más vuelvas a entrar en él'.
Y había muchos leprosos en Israel cuando Eliseo profeta, pero ninguno de ellos fue limpiado de su lepra sino Naamán, el sirio'.
Jesús extendió la mano, lo tocó y dijo: 'Quiero; queda limpio'. Y al instante quedó limpio de su lepra.
Luego se acercó y tocó el féretro; los que lo llevaban se detuvieron; él dijo: 'Joven, yo te lo mando: Levántate'.
Si no hubiera hecho ante ellos obras que nadie ha hecho, no tendrían culpa. Pero han visto esas obras y, a pesar de todo, me odian a mí y a mi Padre.
Pues como el Padre resucita a los muertos y los hace revivir, así también el hijo da la vida a los que quiere.