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Mateo 6:5 - Biblia Martin Nieto

'Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, que prefieren rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los vea todo el mundo. Os aseguro que ya recibieron su recompensa.

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Taispeáin Interlinear Bible

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Biblia Reina Valera 1960

Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pueden verlos. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que esa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo; les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando estéis orando, no seáis como los hipócritas, que aman orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para exhibirse ante los hombres.° De cierto os digo que ya están recibiendo toda su recompensa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y cuando hagáis vuestra oración, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar erguidos en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para exhibirse ante la gente. Os lo aseguro: ya están pagados.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres. De cierto os digo: Ya tienen su recompensa.

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Mateo 6:5
34 Tagairtí Cros  

Escucha mis palabras, Señor, atiende a mi gemido,


Yo invocaré a Dios, el Señor me salvará.


El Señor aborrece al arrogante, ciertamente no quedará impune.


Cuando extendéis las manos, aparto mis ojos de vosotros; aunque multipliquéis vuestras plegarias, no las escucho. Vuestras manos están llenas de sangre.


Entonces, cuando me invoquéis y me dirijáis vuestras súplicas, yo os escucharé.


El rey Darío, siguiendo el consejo, firmó el documento de prohibición.


Todo lo que pidáis en oración con fe lo recibiréis'.


'¡A y de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que cerráis el reino de Dios a los hombres! ¡No entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren!


Hacen todas sus obras para que los vean los demás. Ensanchan sus filacterias y alargan los flecos del manto.


Les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y en las sinagogas,


'Guardaos de practicar vuestra justicia delante de los hombres para que os vean; de otro modo, no tendréis mérito delante de vuestro Padre celestial'.


'Cuando ayunéis, no estéis tristes como los hipócritas, que desfiguran su rostro para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya recibieron su recompensa.


'Por tanto, cuando des limosna, no toques la trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que los hombres los alaben. Os aseguro que ya recibieron su recompensa.


Pedid al dueño de la mies que mande obreros a su mies'.


Cuando os pongáis a orar, si tenéis algo contra alguien, perdonádselo, para que también vuestro Padre celestial os perdone vuestros pecados.


Y en sus enseñanzas decía: 'Guardaos de los maestros de la ley, a los que les gusta pasearse con vestidos ostentosos, ser saludados en las plazas,


¡Ay de vosotros, fariseos, que os gusta ocupar los primeros asientos en las sinagogas y ser saludados en las plazas!


Sobre la necesidad de orar siempre sin desfallecer jamás, les dijo esta parábola:


El publicano, por el contrario, se quedó a distancia y no se atrevía ni a levantar sus ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: Dios mío, ten compasión de mí, que soy un pecador.


y que devoran los bienes de las viudas mientras aparentan hacer largas oraciones. Ellos serán juzgados muy severamente'.


'Pero ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya tenéis vuestra consolación!


'Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.


orando sin cesar bajo la guía del Espíritu con toda clase de oraciones y súplicas; estad alerta y pedid constantemente por todos los creyentes;


Pero da una gracia mayor, según dice la Escritura: Dios resiste a los soberbios, pero da la gracia a los humildes.