Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Levítico 25:35 - Biblia Martin Nieto

Si un hermano tuyo ha contraído una deuda contigo y no tiene con qué pagar, lo sostendrás a título de huésped o inquilino, de manera que pueda vivir contigo.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y cuando tu hermano empobreciere y se acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero vivirá contigo.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

»Si alguno de tus hermanos israelitas se empobrece y no puede sostenerse a sí mismo, ayúdalo como lo harías con un extranjero o un residente temporal y permítele vivir contigo.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Si tu hermano pasa necesidad y ves que no puede salir del apuro, ayúdalo, aunque sea forastero o huésped, para que pueda vivir junto a ti.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Si tu hermano empobrece y se halla en penuria a tu lado, tú lo sostendrás, aunque sea extranjero y forastero, para que pueda restablecerse junto a ti.°

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Si tu hermano empobrece y te tiende su mano suplicante tú lo mantendrás y vivirá contigo como forastero o como huésped.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando tu hermano empobreciere, y se asilare a ti, tú lo ampararás; como peregrino y extranjero vivirá contigo.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Levítico 25:35
36 Tagairtí Cros  

Las gentes del pueblo y sus mujeres protestaron contra sus hermanos judíos.


Otros: 'Tenemos que empeñar nuestros campos, nuestras viñas y nuestras casas para poder conseguir grano en esta penuria'.


¿Fui insensible al menester del pobre? ¿Dejé desfallecer los ojos de la viuda?


Dichoso el que se compadece y da prestado, y arregla sus asuntos con justicia.


Todo lo da, lo reparte entre los pobres, su justicia permanece para siempre.


En todo tiempo se compadece y da prestado, sus hijos son una bendición.


Al maestro de coro. Salmo de David


No maltratarás a la viuda ni al huérfano.


Si prestas dinero a alguno de mi pueblo, al pobre, vecino tuyo, no serás usurero con él, exigiéndole intereses.


Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de la puesta del sol,


No explotarás al emigrante, porque vosotros conocéis la vida del emigrante, pues lo fuisteis en Egipto.


El que oprime al pobre ultraja a su creador, pero le honra el que tiene piedad del indigente.


El que se ríe del pobre ultraja a su creador, el que se alegra del desgraciado no quedará impune.


El que hace caridad al pobre presta al Señor, él le recompensará su obra.


será para vosotros como un compatriota más, y lo amarás como a ti mismo, pues también vosotros fuisteis extranjeros en Egipto: yo, el Señor, vuestro Dios.


Si tu hermano empobrece y tiene que vender su propiedad, su pariente más cercano, sobre el que recae el derecho de rescate, podrá venir a rescatar lo vendido por su hermano.


Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui emigrante y me acogisteis,


porque siempre tenéis pobres entre vosotros, y cuando queráis podéis hacerles bien; pero a mí no me tendréis siempre.


Pero vosotros amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar remuneración; así será grande vuestra recompensa y seréis hijos del altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y con los malvados.


A los pobres siempre los tenéis con vosotros, pero a mí no me tendréis siempre'.


Los discípulos, cada uno según sus posibilidades, decidieron enviar socorro a los hermanos de Judea.


socorred las necesidades de los creyentes, practicad la hospitalidad.


En cuanto de vosotros depende, haced todo lo posible para vivir en paz con todo el mundo.


También dice: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber; que si haces esto, harás que se sonroje.


Vosotros ya conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual siendo rico se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza.


Sobre esta colecta para nuestros hermanos no hace falta decir más,


y ellos a los judíos, con tal que nos acordásemos de los pobres, lo que he procurado hacer con el máximo interés.


No lleves a la casa del Señor, tu Dios, el dinero adquirido por esa prostitución para pagar el voto que hayas hecho, pues eso es aborrecible a los ojos del Señor, tu Dios.


No olvidéis la hospitalidad, ya que, gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles.


Si alguno tiene bienes de este mundo, ve a su hermano en la necesidad y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede estar en él el amor de Dios?