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Jeremías 6:24 - Biblia Martin Nieto

Hemos oído la noticia, han desfallecido nuestros brazos, la angustia nos invade, un dolor cual de mujer en parto.

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Biblia Reina Valera 1960

Su fama oímos, y nuestras manos se descoyuntaron; se apoderó de nosotros angustia, dolor como de mujer que está de parto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Hemos oído informes acerca del enemigo y las manos nos tiemblan de miedo. Punzadas de angustia se han apoderado de nosotros, como las de la mujer que está en trabajo de parto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Hemos oído la noticia y se nos caen los brazos; la angustia y un dolor como de mujer que da a luz, nos asalta:'

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Oímos su fama y se debilitan nuestras manos! ¡La angustia se apodera de nosotros, Y dolores, como de la que da a luz!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando oímos la noticia desfallecieron nuestras manos; la angustia se apoderó de nosotros, dolor como de parturienta.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Su fama hemos oído, y nuestras manos se descoyuntan; angustia se apodera de nosotros, dolor como de mujer que está de parto.

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Jeremías 6:24
19 Tagairtí Cros  

pero apenas la vieron se quedaron pasmados; aterrados, se dieron a la fuga;


Por eso están llenos de convulsiones mis riñones; soy presa de dolores, como los dolores de mujer en parto; la angustia me aturde, el espanto me ciega.


os alcanzará siempre que pase. Y pasará mañana tras mañana, de día y de noche; y sólo habrá terror al conocer la noticia.


¿Qué dirás cuando te visiten como triunfadores aquellos a quienes habías acostumbrado a tus confidencias? ¿No te invadirán dolores como de mujer en parto?


Tú, que has puesto tu morada en el Líbano y anidas en los cedros. ¡Cómo gemirás cuando te vengan los dolores, angustias como de mujer en parto!


Preguntad y mirad: ¿puede dar a luz un varón? ¿Por qué, si no, veo a todo hombre con las manos en las caderas como mujer en parto? ¿Por qué todos los rostros descompuestos, lívidos?


Sí, oigo gritos como de mujer en parto, angustias como de primeriza. Son los gritos de la hija de Sión, que gime y alarga las manos. '¡Ay de mí, que voy a sucumbir bajo los golpes de los asesinos!'.


Han sido tomadas las ciudades, ocupadas las fortalezas, y el corazón de los guerreros de Moab es en este día como el corazón de una mujer en parto.


Damasco, amedrentado, se dispone a escapar, el terror lo invade; es presa de angustia y de dolores como mujer en parto.


El rey de Babilonia ha tenido noticia y han desfallecido sus brazos; le ha invadido la angustia, dolores como de mujer en parto.


Todas las manos caerán, todas las rodillas desfallecerán.


Entonces el rey Baltasar se llenó de miedo y su semblante mudó de color; también sus dignatarios quedaron desconcertados.


He oído, y estoy profundamente conmovido; a tu voz tiemblan mis labios; estoy completamente descompuesto, mis pasos vacilan al andar. Tranquilo espero el día de la angustia, que ha de caer sobre el pueblo que nos asalta.


Andarán diciendo: 'Todo es paz y seguridad'; y entonces, de improviso, les sorprenderá la perdición, como los dolores del parto a la mujer encinta, y no podrán escapar.