¡Que sus propios ojos vean su ruina, que beba la furia del todopoderoso!
Jeremías 25:15 - Biblia Martin Nieto El Señor, Dios de Israel, me dijo: 'Toma de mi mano esta copa de vino y dásela a beber a todas las naciones a las que yo te mando, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque así me dijo Jehová Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da a beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío. Biblia Nueva Traducción Viviente Esto me dijo el Señor, Dios de Israel: «Toma de mi mano la copa de mi enojo, que está llena hasta el borde, y haz que todas las naciones a las que te envíe beban de ella. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé, Dios de Israel, me habló de esta manera: 'Toma esta copa de vino y pásasela a todas las naciones a las que te voy a enviar, La Biblia Textual 3a Edicion Porque así me dice YHVH, el Dios de Israel: Toma de mi mano esta copa del vino de mi ardiente indignación, y haz que beban de ella todas las naciones contra las que Yo te envío. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh, Dios de Israel, me habló así: toma en tu mano esta copa del vino de la ira, y dásela a beber a todas las naciones a las que te envío, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque así dice Jehová, el Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y haz que beban de él todas las naciones a las cuales yo te envío. |
¡Que sus propios ojos vean su ruina, que beba la furia del todopoderoso!
hará llover brasas de fuego sobre los injustos, azufre y viento abrasador serán la porción de su copa.
Nos has rechazado, oh Dios, nos has deshecho, te has irritado, devuélvenos la fuerza;
El Señor tiene una copa en la mano, echa en ella un vino fermentado y bien mezclado
Ésta es la decisión tomada contra toda la tierra; está la mano extendida sobre todas las naciones.
Pues el Señor está irritado contra todas las naciones, enfurecido contra todo su ejército. Los ha condenado al exterminio, los ha entregado a la matanza.
Despierta, despierta, levántate, Jerusalén; tú que has bebido de la mano del Señor la copa de su cólera; el cáliz del vértigo lo has bebido hasta las heces.
Esto dice el Señor Dios, tu Dios, que defiende la causa de su pueblo: Mira, yo quito de tu mano la copa del vértigo, el cáliz de mi cólera; no volverás a beber más de él.
Y lo pondré en la mano de tus opresores, de los que te decían: ¡Agáchate para que pasemos por encima!, y tú hiciste de tu espalda un suelo, un camino para los viandantes.
'Antes de formarte en el vientre de tu madre te conocí; antes que salieras del seno te consagré; como profeta de las gentes te constituí'.
'Toma un libro y escribe en él todas las palabras que te he comunicado acerca de Jerusalén, Judá y todas las naciones, desde el día en que comencé a hablarte, en tiempo de Josías, hasta el presente.
Vendrá y herirá a la tierra de Egipto. ¡A quien esté destinado a la peste, la peste; a quien al cautiverio, cautiverio; a quien a la espada, espada!
¿Y tú andas buscando para ti cosas extraordinarias? No las busques, pues yo voy a mandar desventuras sobre todo mortal -dice el Señor-. A ti te concederé como botín la vida, dondequiera que vayas'.
Emborrachadlo, porque se ha levantado contra el Señor; que Moab se revuelque en su vómito y sea objeto de burla también él.
Esto dice el Señor: Los que no estaban destinados a beber la copa tendrán que beberla; y tú, ¿vas a quedar libre? No, no quedarás libre: la beberás sin remedio.
Una copa de oro era Babilonia en las manos del Señor; toda la tierra emborrachaba; de su vino bebieron las naciones, y por eso deliraban.
Esto dice el Señor Dios: 'Beberás la copa de tu hermana, copa ancha y profunda que te hará objeto de burla y escarnio, tan grande es su cabida.
Te empaparás de borrachera y de tristeza; copa de horror y desolación es la copa de tu hermana Samaría.
Haré de Egipto un país desolado entre tierras desiertas, y sus ciudades serán una desolación entre ciudades destruidas, durante cuarenta años. Dispersaré a los egipcios entre las naciones y los esparciré por los países.
Esto dice el Señor Dios: Lo juro en el ardor de mi cólera; a los restos de las naciones, a Edón entero me dirijo, a los que se han atribuido la posesión de mi tierra, con la alegría en el corazón y el desprecio en el alma para saquearla y expoliarla.
Sí, como vosotros bebisteis en mi monte santo, así beberán siempre todas las naciones; beberán, consumirán y serán luego como si jamás hubiesen sido.
¡Te has saciado de infamia, no de gloria! ¡Bebe tú también y muestra tu prepucio! A ti pasa la copa de la diestra del Señor, y después de la gloria viene la vergüenza.
beberá el vino de la ira de Dios, que ha sido vertido sin mezcla en el cáliz de su cólera, y será atormentado en el fuego y en el azufre en presencia de los cuatro ángeles y del cordero.
El ángel echó la hoz afilada sobre la tierra y vendimió la viña de la tierra, y arrojó las uvas en la gran cuba de la ira de Dios.