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Isaías 34:2 - Biblia Martin Nieto

2 Pues el Señor está irritado contra todas las naciones, enfurecido contra todo su ejército. Los ha condenado al exterminio, los ha entregado a la matanza.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Porque Jehová está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército de ellas; las destruirá y las entregará al matadero.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Pues el Señor está furioso contra las naciones; su furia es contra todos sus ejércitos. Los destruirá por completo; los condenará a ser masacrados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Yavé está enojado con todas las naciones y está enfurecido contra sus ejércitos. Los ha condenado a la destrucción, los ha entregado a la matanza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Porque YHVH está indignado con todas las naciones, Airado contra todos sus ejércitos; Los consagra al exterminio, Los entrega al degüello.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 que está indignado Yahveh contra todas las naciones, está enfurecido contra todo su ejército; los consagra al exterminio, los entrega a la matanza.

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Isaías 34:2
32 Tagairtí Cros  

Luego les habla enfurecido, y con su ira los llena de terror:


Los magos intentaron hacer lo mismo con sus encantamientos, pero no lo lograron. Y los mosquitos se cebaron en los hombres y en los animales.


¡Ay de Asiria, vara de mi cólera, bastón que blande mi furor!


Vienen de países lejanos, de los confines del cielo, el Señor y los instrumentos de su cólera a devastar toda la tierra.


¡Gritad, que el día del Señor se acerca; viene como una devastación del omnipotente!


Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra las puertas tras de ti; escóndete un instante hasta que pase la cólera.


En todo monte alto y en toda colina elevada habrá arroyos y corrientes de agua el día de la gran matanza, cuando caigan las torres.


a proclamar un año de gracia del Señor, un día de venganza para nuestro Dios. A consolar a todos los afligidos,


Pisoteé a los pueblos en mi ira, los aplasté en mi furor y derramé por la tierra su jugo.


yo os destino a la espada, y todos sucumbiréis en la matanza; porque llamé y no respondisteis, hablé y no escuchasteis, hicisteis lo que es malo a mis ojos y elegisteis lo que a mí no me agrada.


Cuando veáis esto, vuestro corazón se alegrará y vuestros huesos reverdecerán como la hierba. Sí, la mano del Señor se dará a conocer a sus siervos y su cólera a sus enemigos.


Porque el Señor va a juzgar con fuego y con espada a todos los mortales. Muchas serán las víctimas del Señor.


Llega el estruendo hasta el extremo de la tierra, porque el Señor entabla un proceso contra las naciones, entra en juicio contra todos los mortales; a los criminales los entrega a la espada -dice el Señor- .


Esto dice el Señor omnipotente: La desgracia va pasando de pueblo en pueblo, y una enorme tempestad se desencadena hasta los confines de la tierra.


Y habrá aquel día víctimas del Señor de un extremo a otro de la tierra; no serán lloradas, ni recogidas, ni sepultadas; quedarán en el suelo como estiércol.


Esto dice el Señor Dios: Lo juro en el ardor de mi cólera; a los restos de las naciones, a Edón entero me dirijo, a los que se han atribuido la posesión de mi tierra, con la alegría en el corazón y el desprecio en el alma para saquearla y expoliarla.


Por eso, espérame - dice el Señor- el día en que me levante como testigo de cargo. Porque he decidido reunir a las gentes, congregar a los reinos, para derramar sobre ellos mi ira, todo el furor de mi cólera; por el fuego de mi celo será devorada toda la tierra.


Después el Señor saldrá a campaña y peleará contra esas naciones como cuando luchaba el día de la batalla.


La ira de Dios se manifiesta desde el cielo contra toda la impiedad e injusticia de los hombres que detienen la verdad con la injusticia;


Porque el Señor había decretado que todas estas ciudades endureciesen su corazón para que combatiesen contra los israelitas; y los israelitas los exterminaron por completo y sin piedad, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.


Y el que no fue encontrado escrito en el libro de la vida fue arrojado al estanque de fuego.


Subieron a la superficie de la tierra, y rodearon el campamento de los santos, la ciudad amada; pero cayó fuego del cielo y los devoró.


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