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Hageo 1:9 - Biblia Martin Nieto

Esperabais mucho, y resultó poco; lo llevasteis a casa, y yo os lo he dispersado con mi soplo. ¿Por qué?, palabra del Señor todopoderoso. Porque mi casa está en ruinas, mientras cada uno de vosotros sólo se preocupa de su propia casa.

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Biblia Reina Valera 1960

Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Esperaban cosechas abundantes, pero fueron pobres; y cuando trajeron la cosecha a su casa, yo la hice desaparecer con un soplo. ¿Por qué? Porque mi casa está en ruinas, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, mientras ustedes se ocupan de construir sus elegantes casas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ustedes esperaban mucho y lo que amontonaron es muy poco, pues yo lo he soplado. ¿'Por qué? -pregunta Yavé-. Porque mi Casa está en ruinas, mientras cada uno de ustedes corre para arreglar la suya.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Emprendéis mucho, y resulta poco; metéis en la casa, pero Yo lo aviento.° ¿Por qué? Dice YHVH Sebaot: Porque mi Casa está en ruinas, mientras cada uno de vosotros se ocupa de su propia casa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Esperabais mucho y hubo poco; almacenabais en casa y yo lo aventé. ¿Por qué? -oráculo de Yahveh Sebaot. Por causa de mi templo, que está en ruinas, mientras que cada uno de vosotros disfruta de su casa propia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y soplo en ello. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.

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Hageo 1:9
25 Tagairtí Cros  

En tiempos de David hubo una gran hambre durante tres años consecutivos. David consultó al Señor, y el Señor le dijo: 'Hay sangre sobre Saúl y sobre su casa, porque él mató a los gabaonitas'.


Apareció el fondo de los mares, los cimientos de la tierra quedaron al desnudo al fragor, oh Señor, de tu amenaza, al resollar del viento en tus narices.


Voy a infundirle un espíritu tal que, al oír cierta noticia, se volverá a su tierra, y allí le haré morir a espada'.


Diré a Dios: ¡No me condenes! Hazme saber de qué me acusas.


Hay quien da libremente y sus riquezas aumentan; hay quien ahorra más de lo razonable y se empobrece.


El abismo y el infierno son insaciables, los ojos del hombre son también insaciables.


Es indecible lo que aburren las cosas; no se sacia el ojo de ver, ni el oído se harta de oír. _


La hierba se seca, la flor se marchita, cuando el soplo del Señor le llega. ¡Sí, el pueblo es la hierba!


Pues diez yugadas de viña sólo producirán cuarenta y cinco litros, y cuatrocientos cincuenta de semilla sólo cuarenta y cinco.


Sembraron trigo y recogen espinas; se han fatigado sin provecho. Les dan vergüenza sus cosechas, por el furor de la ira del Señor.


Esto dice el Señor Dios: Quítate el turbante y la corona. Todo cambiará; lo humilde será exaltado y lo alto será humillado.


A partir del quinto año podréis comer los frutos. Así el árbol os dará más. Yo, el Señor, vuestro Dios.


'¿Ha llegado para vosotros el tiempo de habitar en casas confortables, mientras esta casa está devastada?


Sembráis mucho y recogéis poco, coméis y no os saciáis, bebéis y no os hartáis, os vestís y no os calentáis, y el que se contrata de jornalero guarda su jornal en bolso roto.


Si no escucháis ni os preocupáis de glorificar mi nombre -dice el Señor todopoderoso-, yo mandaré contra vosotros la maldición; maldeciré vuestras bendiciones; incluso las he maldecido ya, porque no hay entre vosotros quien tome esto en consideración.


Sembrarás mucho, pero cosecharás poco, porque la langosta lo devorará.


Pero tengo esto contra ti: has perdido el amor del principio.


Yo reprendo y castigo a los que amo; por tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.