Eclesiastés 1 - Biblia Martin Nieto1 Palabras de Qohélet, hijo de David, rey de Jerusalén. 2 Vanidad de vanidades, dice Qohélet. Vanidad de vanidades; todo es vanidad. 3 ¿Qué provecho saca el hombre de todo el trabajo con que se afana bajo el sol? 4 Una generación pasa y otra generación viene, y la tierra subsiste siempre. 5 El sol sale y se pone, y se apresura a su lugar, de donde vuelve a salir. 6 Sopla el viento hacia el sur, y luego gira hacia el norte; y gira, gira, y retorna sobre su recorrido el viento. 7 Todos los ríos van al mar, y la mar no se llena; al lugar donde van los ríos, allí mismo vuelven a ir. 8 Es indecible lo que aburren las cosas; no se sacia el ojo de ver, ni el oído se harta de oír. _ 9 Lo que fue, eso mismo será; y lo que se hizo, eso mismo se hará; no hay nada nuevo bajo el sol. _ 10 Si hay una cosa de la que dicen: 'Mira, esto es nuevo', esa cosa existió ya en los siglos que nos precedieron. _ 11 No hay recuerdo de las cosas pasadas; ni de las futuras tampoco habrá recuerdo entre los que serán después. 12 Yo, Qohélet, he sido rey de Israel en Jerusalén. 13 Y consagré mi corazón a investigar y a observar con sabiduría todo lo que se hace bajo los cielos. Es ésta una penosa ocupación, que Dios ha dado a los hijos del hombre para que trabajen en ella. 14 He visto todo lo que se hace bajo el sol, y he aquí que todo es vanidad y dar caza al viento. 15 Lo que es torcido no puede enderezarse; lo que falta no se puede contar. 16 Yo me dije en mi corazón: 'He aquí que he adquirido una gran sabiduría, mayor que todos los que me precedieron en Jerusalén, y mi corazón posee mucha sabiduría y ciencia'. 17 Me dediqué a conocer la sabiduría y la ciencia, la locura y la necedad, y comprendí que también eso es dar caza al viento. 18 Porque cuanta más sabiduría, más pesadumbre; y cuanta más ciencia, más dolor. |
Evaristo Martín Nieto©