Toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
Génesis 24:7 - Biblia Martin Nieto El Señor, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mi familia, que me habló y me juró diciéndome: Yo daré esta tierra a tu descendencia, él enviará su ángel delante de ti, para que tomes de allí mujer para mi hijo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues el Señor, Dios del cielo, quien me sacó de la casa de mi padre y de mi tierra natal, prometió solemnemente dar esta tierra a mis descendientes. Él enviará a su ángel delante de ti y se encargará de que encuentres allí una esposa para mi hijo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues Yavé, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de la familia de mi padre y del país donde nací, me prometió con juramento que entregaría este país a mis descendientes. Y enviará a su Angel delante de ti, para que traigas de allá una mujer para mi hijo. La Biblia Textual 3a Edicion YHVH, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, Él mismo enviará su ángel delante de ti y de allá tomarás mujer para mi hijo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh, Dios del cielo y de la tierra, que me tomó de la casa de mi padre y del país de mi parentela, me habló y me juró diciéndome: 'A tu posteridad daré yo esta tierra', enviará a su ángel delante de ti, para que tomes de allí mujer para mi hijo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jehová, Dios del cielo, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu simiente daré esta tierra; Él enviará su ángel delante de ti, y tú tomarás de allá esposa para mi hijo. |
Toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
Aquel día el Señor hizo un pacto con Abrán en estos términos: 'A tu descendencia doy esta tierra, desde el torrente de Egipto hasta el gran río, el Éufrates:
El ángel del Señor la encontró en el desierto junto a un manantial de agua, la fuente que está en el camino de Sur,
Yo te daré a ti y a tu descendencia después de ti en posesión perpetua la tierra en la que habitas ahora como extranjero, toda la tierra de Canaán. Yo seré vuestro Dios'.
Dios oyó los gritos del niño, y el ángel de Dios llamó desde el cielo a Agar y le dijo: '¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído los gritos del pequeño desde el lugar en que está.
Entonces el ángel del Señor le llamó desde el cielo y le dijo: '¡Abrahán! ¡Abrahán!'. Éste respondió: 'Aquí estoy'.
Quiero que me jures por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás para mi hijo una mujer de entre las hijas de los cananeos entre las cuales habito,
Él me respondió: El Señor, en cuya presencia he caminado siempre, enviará su ángel contigo y dará éxito a tu viaje. Tú tomarás para mi hijo una mujer de mi familia y de la casa de mi padre.
Y aquella misma noche se le apareció el Señor y le dijo: 'Yo soy el Dios de tu padre Abrahán. No temas, porque yo estoy contigo. Te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abrahán, mi siervo'.
'Así habla Ciro, rey de Persia: El Señor, Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado de construirle un templo en Jerusalén, en Judá.
Bendecid al Señor todos sus ángeles, héroes poderosos, agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra.
Yo quiero enseñarte, indicarte el camino que tienes que seguir, quiero darte un consejo, quiero mirar por ti.
Un mísero gritó: el Señor lo escuchó y lo libró de todas sus angustias;
Cuando el Señor te haya introducido en la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la que juró dar a tus padres, tierra que mana leche y miel, observarás este rito en este mismo mes.
Acuérdate de Abrahán, de Isaac y de Jacob, tus siervos, a quienes juraste por ti mismo diciendo: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo y toda esta tierra, de que os he hablado, se la daré a vuestra descendencia en posesión perpetua'.
Yo enviaré un ángel delante de ti y echaré al cananeo, al amorreo, al hitita, al fereceo, al heveo y al jebuseo;
en todas sus angustias. No un mensajero o un delegado suyo; él mismo fue quien los salvó. En su amor, en su piedad, él mismo los rescató, los sostuvo y los llevó todos los días en el pasado.
En los días de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un imperio que jamás será destruido y cuya soberanía no pasará a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos imperios, mientras que él subsistirá eternamente,
Él respondió: 'Soy hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra'.
¿Acaso lo he concebido yo o lo he dado a luz para que me digas: Llévalo en tu regazo, como lleva la nodriza al niño a quien da de mamar, hasta la tierra que juraste dar a sus padres?
El Señor no ha podido llevar a este pueblo a la tierra que le había prometido con juramento; por eso lo ha aniquilado en el desierto.
Os juro que no entraréis en la tierra en la que, mano en alto, había jurado estableceros, excepto Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun.
Los hombres que han salido de Egipto de veinte años para arriba no verán la tierra que con juramento prometí yo a Abrahán, Isaac y Jacob, porque no me han seguido con fidelidad, a
y no le dio propiedad en esta región, ni siquiera un pie de tierra; pero prometió dársela en posesión a él y a su descendencia después de él, aunque no tenía hijos.
Éstos son los dominios que yo pongo en vuestras manos. Entrad y tomad posesión de esta tierra que el Señor juró dar a vuestros padres, a Abrahán, Isaac y Jacob, a ellos y a sus descendientes.
Y le dijo: 'Ésta es la tierra que yo juré a Abrahán, Isaac y Jacob en estos términos: Se la daré a tu descendencia. Te la hago ver con tus ojos, pero no entrarás en ella'.
¿No son todos ellos espíritus encargados de un ministerio, enviados al servicio de aquéllos que deben heredar la salvación?
Por la fe vino a habitar en la tierra prometida como en un país extranjero, viviendo en tiendas de campaña, con Isaac y Jacob, herederos con él de la misma promesa.
Sé fuerte y ten ánimo, porque tú deberás dar a este pueblo la posesión de la tierra que a sus padres juré dar.
Pero yo tomé a vuestro padre Abrahán del lado de allá del río y le hice recorrer toda la tierra de Canaán; multipliqué su descendencia y le di a Isaac.
En aquel momento se produjo un gran terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, y en el cataclismo perecieron siete mil personas. Los supervivientes, llenos de terror, dieron gloria al Dios del cielo.
El ángel del Señor subió de Guilgal a Betel y dijo: 'Yo os saqué de Egipto y os traje a esta tierra que había prometido con juramento a vuestros padres, diciendo: No romperé jamás mi alianza con vosotros.