¿Acaso a Dios puede un hombre ser útil? No; sólo a sí mismo es útil el sabio.
1 Timoteo 4:8 - Biblia Martin Nieto pues los ejercicios corporales son útiles para bien poco, mientras que la religión es útil para todo, pues tiene promesas para la vida presente y para la futura. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. Biblia Nueva Traducción Viviente «El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que viene». Biblia Católica (Latinoamericana) Los ejercicios deportivos no es que sirvan de mucho; la piedad, en cambio, es útil fuera de toda discusión, pues Dios le prometió la vida, tanto la presente como la futura. La Biblia Textual 3a Edicion porque el ejercicio corporal para poco aprovecha, pero la piedad es provechosa para todo, teniendo promesa para esta vida y para la que viene. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque el entrenamiento corporal para poco sirve; en cambio, la religión para todo sirve, ya que trae consigo promesa de vida: de la presente y de la futura. Biblia Reina Valera Gómez (2023) porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de la vida presente y de la venidera. |
¿Acaso a Dios puede un hombre ser útil? No; sólo a sí mismo es útil el sabio.
Si escuchan y se someten, acaban sus días en ventura, y en delicias sus años.
pues los criminales serán exterminados, mas los que esperan en el Señor heredarán la tierra.
Un día en tus atrios vale más que mil: prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios a vivir en la casa del malvado.
El temor del Señor conduce a la vida, se vive satisfecho y sin que visite la desgracia.
El fruto de la humildad es el temor del Señor, riqueza, honor y vida.
Porque el delincuente comete cien delitos, y no le hacen nada; con todo, yo también sé que llega la felicidad a los que temen a Dios, porque lo temen;
ése morará en lugar excelso, ciudadela escarpada será su refugio, tendrá pan y no le faltará agua.
¿Qué me importa el incienso traído de Sabá y la caña aromática que viene de lejano país? Vuestros holocaustos no me agradan, ni vuestros sacrificios me complacen.
Al que hable contra el hijo del hombre se le perdonará, pero al que hable contra el Espíritu Santo no se le perdonará ni en esta vida ni en la otra.
Y todo el que deje casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos o campos por mi causa recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna'.
Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura.
que no reciba el ciento por uno ya en este mundo, en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, con persecuciones, y en el siglo venidero, la vida eterna.
Y sabemos que Dios ordena todas las cosas para bien de los que le aman, de los que han sido elegidos según su designio.
Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente y el futuro, todo es vuestro;
No es la comida la que nos acerca a Dios. Por comer o por no comer, no somos ni menos ni más.
Rechaza las fábulas profanas, cuentos de viejas. Ejercítate en las prácticas religiosas,
Si alguno enseña cosas distintas y no admite la enseñanza salvadora de nuestro Señor Jesucristo y la doctrina de nuestra religión,
conflictos interminables, propios de personas obcecadas e ignorantes, que piensan que la religión es un negocio;
los cuales tienen una apariencia de religiosidad, pero en realidad están lejos de ella. Apártate de ellos.
Esta doctrina es digna de crédito; quiero que inculques constantemente estas cosas, para que los que han creído en Dios sobresalgan en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles para los hombres.
No os dejéis engañar por doctrinas distintas y extrañas; porque es mejor afianzar el corazón con la gracia que con alimentos que no son de provecho alguno para quienes se aferran a ellos.
Al vencedor le haré columna del templo de mi Dios, y no saldrá más; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios -la nueva Jerusalén, que baja del cielo de junto a mi Dios- y mi nombre nuevo.
Al vencedor lo sentaré conmigo en mi trono, igual que yo, que he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.
Samuel respondió: '¿Se complace tanto el Señor en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a sus palabras? La obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad más que las grasas de los carneros.