¡Lejos de ti hacer tal cosa! ¡Hacer morir al justo con el pecador, tratarle como al culpable! ¡Nunca hagas eso! ¿El juez de toda la tierra no hará justicia?'.
1 Pedro 2:23 - Biblia Martin Nieto él, que, siendo ultrajado no respondía con ultrajes siendo maltratado no amenazaba sino que se ponía en manos del que juzga con justicia; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; Biblia Nueva Traducción Viviente No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia. Biblia Católica (Latinoamericana) Insultado, no devolvía los insultos, y maltratado, no amenazaba, sino que se encomendaba a Dios que juzga justamente. La Biblia Textual 3a Edicion quien, cuando era maldecido, no replicaba con una maldición; padeciendo, no amenazaba, sino se encomendaba al que juzga justamente: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba al que juzga con justicia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Quien cuando le maldecían no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquél que juzga justamente: |
¡Lejos de ti hacer tal cosa! ¡Hacer morir al justo con el pecador, tratarle como al culpable! ¡Nunca hagas eso! ¿El juez de toda la tierra no hará justicia?'.
Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano.
Confía al Señor toda tu vida y fíate de él, que él sabrá lo que hace:
delante del Señor, porque ya viene, porque viene para gobernar la tierra, para implantar en el mundo la justicia, y entre todos los pueblos la lealtad.
Era maltratado, y no se resistía ni abría su boca; como cordero llevado al matadero, como oveja ante sus esquiladores, no abría la boca.
Nosotros estamos aquí en justicia, porque recibimos lo que merecen nuestras fechorías; pero éste no ha hecho nada malo'.
Y Jesús, con fuerte voz, dijo: 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu'. Dijo esto y expiró.
puesto que ha establecido un día en el que ha de juzgar al universo con justicia por medio de un hombre, a quien ha designado y acreditado ante todos al resucitarlo de entre los muertos'.
Ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos predicar tu palabra,
Mientras lo apedreaban, Esteban oró así: 'Señor Jesús, recibe mi espíritu'.
Saulo, por su parte, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote
Tú, con tu corazón impenitente y duro, estás amontonando castigos para el día del castigo, cuando se manifieste el justo juicio de Dios,
Y vosotros, amos, haced con ellos las mismas cosas, dejándoos de amenazas, considerando que ellos y vosotros tenéis un mismo amo en el cielo, para el que todos son iguales.
Esto es una manifestación del justo juicio de Dios, para haceros así dignos de su reino, por el cual padecéis.
Ésta es la causa de todos estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, pues sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él puede guardar hasta el último día lo que me ha encomendado.
sólo me queda recibir la corona merecida, que en el último día me dará el Señor, justo juez; y no sólo a mí, sino también a todos los que esperan con amor su venida.
Pensad, pues, continuamente en aquel que soportó tan grande contradicción de parte de los pecadores, para que no desfallezcáis perdiendo el ánimo.
no devolváis mal por mal ni injuria, por injuria sino todo lo contrario bendecid siempre pues para esto habéis sido llamados para ser herederos de la bendición.
Así pues, incluso los que sufren en conformidad con la voluntad de Dios, que continúen haciendo el bien y que se pongan en manos del creador, que es fiel.
Luego vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco; el jinete se llama el fiel, el veraz, y juzga y lucha con justicia.