El Señor volvió a encolerizarse contra Israel e instigó a David contra ellos: Anda, haz el censo de Israel y Judá.
Números 14:12 - Nueva Biblia Española (1975) Voy a herirlo de peste y a desheredarlo. De ti sacaré un pueblo grande, más numeroso que ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Negaré que son míos y los destruiré con una plaga. ¡Luego te convertiré en una nación grande y más poderosa que ellos!». Biblia Católica (Latinoamericana) Quiero mandarles la peste y exterminarlos; luego haré salir de ti una nación más grande y más poderosa que él. La Biblia Textual 3a Edicion Lo heriré con pestilencia y lo desheredaré, y haré de ti° una nación más grande y más fuerte que él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Voy a herirlo de peste y a destruirlo y haré de ti una nación más grande y poderosa que él'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo le heriré de mortandad, y lo destruiré, y a ti te pondré sobre una nación más grande y más fuerte que ellos. |
El Señor volvió a encolerizarse contra Israel e instigó a David contra ellos: Anda, haz el censo de Israel y Judá.
Por eso déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti sacaré un gran pueblo.
Replicaron ellos: El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro: tenemos qué hacer un viaje de tres jornadas por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios; de lo contrario, nos herirá con peste o espada.
Pero se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto: no caminaron según mis preceptos, rechazaron mis mandamientos, que dan la vida al que los cumple, y profanaron gravemente mis sábados. Entonces pensé derramar mi cólera sobre ellos, en el desierto, para exterminarlos.
Esgrimiré contra ustedes la espada vengadora de mi pacto y se refugiarán en sus ciudades. Les mandaré entonces la peste, y se rendirán a sus enemigos.
Y la matanza de israelitas cesó cuando ya habían muerto veinticuatro mil.
Que el Señor te pegue la peste, hasta terminar contigo, en esa tierra adonde vas para tomarla en posesión.