Lucas 5:21 - Nueva Biblia Española (1975) Los letrados y los fariseos se pusieron a pensar: ¿Quién es éste que dice tales blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los fariseos y los maestros de la ley religiosa decían para sí: «¿Quién se cree que es? ¡Es una blasfemia! ¡Solo Dios puede perdonar pecados!». Biblia Católica (Latinoamericana) De inmediato los maestros de la Ley y los fariseos empezaron a pensar: '¿Cómo puede blasfemar de este modo? ¿Quién puede perdonar los pecados fuera de Dios?' La Biblia Textual 3a Edicion Y los escribas y los fariseos comenzaron a razonar para sí: ¿Quién es éste que habla tales blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los escribas y los fariseos comenzaron a pensar: 'Pero ¿quién es éste, que está diciendo blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios solo?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a murmurar, diciendo: ¿Quién es Éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? |
Te manifesté mi pecado, no te encubrí mi delito, propuse: 'Confesaré al Señor mi culpa', y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
Entonces, vengan, y litigaremos -dice el Señor-. Aunque sus pecados sean como púrpura, blanquearán como nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán como lana.
Yo, yo era quien por mi cuenta borraba tus crímenes y no me acordaba de tus pecados;
He disipado como niebla tus rebeliones; como nube tus pecados: vuelve a mi, que soy tu redentor.
Escucha, Señor; perdona, Señor; atiende, Señor; actúa sin tardanza, ¡Dios mío, por tu honor! Por tu ciudad y tu pueblo, que llevan tu nombre.
Pero aunque nosotros nos hemos rebelado, el Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona.
El que blasfeme el nombre del Señor, es reo de muerte. Toda la asamblea lo apedreará. Emigrante o indígena, quien blasfeme el nombre del Señor morirá.
volverá a compadecerse, destruirá nuestras culpas, arrojará al fondo del mar todos nuestros pecados.
El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras diciendo: Ha blasfemado, ¿qué falta nos hacen más testigos? Acaban de oír la blasfemia,
Pues entonces, den el fruto que corresponde al arrepentimiento y no empiecen a decirse que Abrahán es su padre; porque les digo que de las piedras éstas es capaz Dios de sacarle hijos a Abrahán.
Un día estaba enseñando y estaban allí sentados unos fariseos y letrados, venidos de los pueblitos de Galilea, de Judea y de Jerusalén. El curaba con el poder del Señor.
Pero Jesús, dándose cuenta de cómo razonaban, les contestó: ¿Qué andan pensando?
Los demás convidados empezaron a decirse: ¿Quién es éste que hasta perdona pecados?
Le contestaron los dirigentes: No te apedreamos por ninguna obra excelente, sino por blasfemia; porque tú, siendo un hombre, te estás haciendo Dios.