porque este hijo mío se había muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y se le ha encontrado. Y empezaron el banquete.
Juan 5:25 - Nueva Biblia Española (1975) Sí, os aseguro que se acerca la hora o, mejor dicho, ha llegado, en que los muertos van a oír la voz del Hijo de Dios y los que la escuchen tendrán vida, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Biblia Nueva Traducción Viviente »Y les aseguro que se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los muertos oirán mi voz, la voz del Hijo de Dios, y los que escuchen, vivirán. Biblia Católica (Latinoamericana) Sepan que viene la hora, y ya estamos en ella, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la escuchen vivirán. La Biblia Textual 3a Edicion De cierto, de cierto os digo, que llega la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De verdad os aseguro: llega la hora, y es ésta, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios y los que la escuchen vivirán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De cierto, de cierto os digo: Vendrá hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que oyeren vivirán. |
porque este hijo mío se había muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y se le ha encontrado. Y empezaron el banquete.
Además, había que hacer fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo se había muerto y ha vuelto a vivir, se había perdido y se le ha encontrado.
Jesús le replicó: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar por ahí el reinado de Dios.
Era antes de la fiesta de Pascua. Sabiendo Jesús que había llegado su hora, la de pasar del mundo éste al Padre, él que había amado a los suyos que vivían en medio del mundo, les demostró su amor hasta el extremo.
Así habló Jesús y, levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, ha llegado la hora: manifiesta la gloria de tu Hijo, para que el Hijo manifieste la tuya.
Jesús te - dijo: Créeme, mujer: Se acerca la hora en que no darán culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén.
Pero se acerca la hora o. mejor dicho, ha llegado, en que los que dan culto verdadero adorarán al Padre con Espíritu y lealtad, pues el Padre busca hombres que lo adoren así.
Así, igual que el Padre levanta a los muertos y les da vida, también el Hijo da vida a los que quiere;
No os asombre esto, porque se acerca la hora en que van a oír su voz los que están en el sepulcro,
Muchos discípulos suyos dijeron al oírlo: Esto que dice es demasiado; ¿quién puede hacerle caso?
¿Por qué no entienden mi lenguaje? Porque no son capaces de escuchar ese mensaje mío.
El que procede de Dios escucha las exigencias de Dios; por eso ustedes no escuchan, porque no proceden de Dios.
Les replicó: Ya se lo he dicho y no me han hecho caso. ¿Para qué quieren oírlo otra vez? ¿Es que quieren hacerse discípulos suyos también ustedes?
Luego aquella inmersión que nos vinculaba a su muerte nos sepultó con él, para que, así como el Mesías fue resucitado de la muerte por el poder del Padre, también nosotros empezáramos una vida nueva.
cuando estábamos muertos por las culpas nos dio vida con el Mesías ^están salvados por pura generosidad-,
y todo lo que está al descubierto recibe el influjo de la luz. Por eso dicen: Despierta, tú que duermes, levántate de la muerte y te iluminará el Mesías.'
Y a ustedes, muertos como estaban por sus delitos y por no arrancar sus bajos instintos, Dios les dio vida con él, perdonando todos nuestros delitos,
Para el mensajero de la iglesia de Sardis escribe así: Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Conozco tus obras; nominalmente vives, pero estás muerto.