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Jeremías 26:9 - Nueva Biblia Española (1975)

¿Por qué profetizas en nombre del Señor diciendo que este templo será como el de Silo y esta ciudad quedará en ruinas y deshabitada? La gente se amotinó contra Jeremías en el templo.

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Biblia Reina Valera 1960

¿Por qué has profetizado en nombre de Jehová, diciendo: Esta casa será como Silo, y esta ciudad será asolada hasta no quedar morador? Y todo el pueblo se juntó contra Jeremías en la casa de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¿Qué derecho tienes de profetizar en el nombre del Señor que este templo será destruido como lo fue Silo? ¿Qué quieres decir cuando afirmas que Jerusalén será destruida y dejada sin habitantes?». Así que todo el pueblo lo amenazaba mientras él estaba frente al templo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

por lo que has dicho en nombre de Yavé, que a este templo le pasará lo que a Silo y esta ciudad será arrasada y quedará sin habitantes. Y se juntó todo el pueblo en torno a Jeremías en la Casa de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¿Por qué has profetizado en nombre de YHVH, diciendo: Esta Casa será como Silo, y esta ciudad quedará desolada, sin ningún habitante? Y todo el pueblo se juntó contra Jeremías en la Casa de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿Por qué profetizas en nombre de Yahveh, diciendo: 'Este templo quedará como Siló, y esta ciudad será arrasada sin que quede un habitante?''. Y todo el pueblo se amotinó contra Jeremías en el templo de Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿Por qué has profetizado en nombre de Jehová, diciendo: Esta casa será como Silo, y esta ciudad será asolada hasta no quedar morador? Y se juntó todo el pueblo contra Jeremías en la casa de Jehová.

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Jeremías 26:9
28 Tagairtí Cros  

Amasias lo cortó en seco, diciéndole: ¿Quién te ha hecho consejero del rey? Termina de una vez si no quieres que te maten. El profeta terminó con estas palabras: Por lo que has hecho, y por no escuchar mi consejo, estoy seguro de que Dios aconseja tu destrucción.


los que acusan a uno en un proceso, ponen trampas al que defiende en un tribunal y con falsedades hunden al inocente.


Lo había encarcelado Sedecías, acusándole: Tú has profetizado: 'Así dice el Señor: Yo entregaré esta ciudad en manos del rey de Babilonia, para que la conquiste.


Así dice el Señor: En este lugar del que dicen que está en ruinas, sin hombres ni ganado; en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, ahora desoladas, sin hombres ni ganado,


Y a Joaquín, rey de Judá, le dirás: Así dice el Señor: Tú has quemado este rollo diciendo: ¿Por qué has escrito en él que el rey de Babilonia vendrá ciertamente a destruir este país y a aniquilar en él a hombres y ganado?


Convertiré a Jerusalén en escombros, en guarida de chacales, arrasaré los pueblos de Judá dejándolos deshabitados.


Por los pecados de sus profetas y los crímenes de sus sacerdotes, que derramaron en medio de ella sangre inocente.


Sé bien sus muchos crímenes e innumerables pecados: estrujan al inocente, aceptan sobornos, atropellan a los pobres en el tribunal


No sermoneen -sermonean-, no se sermonea así, no llegará la afrenta.


Llegó al templo, y mientras enseñaba, los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo se le acercaron preguntándole: ¿Con qué autoridad actúas así?, ¿quién te ha dado esa autoridad?


Pero los sumos sacerdotes y los senadores convencieron a la gente de que pidieran a Barrabás y que acabaran con Jesús.


perolos sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que les soltara mejor a Barrabás.


Estas palabras las dijo enseñando en el Tesoro, en el templo. Y nadie lo detuvo, porque aún no había llegado su hora.


Tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.


Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y adictas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio.


El revuelo se extendió por toda la ciudad, y hubo una avalancha de gente; agarraron a Pablo, lo sacaron del templo a rastras e inmediatamente cerraron las puertas.


Hasta aquel momento lo estuvieron escuchando, pero entonces empezaron a gritar: ¡Quita de en medio a ese individuo, no merece vivir!


Mientras el hombre seguía agarrado a Pedro y a Juan, la gente, asombrada, fue corriendo al pórtico de Salomón, donde ellos estaban.


Por mano de los apóstoles se realizaban muchas señales y prodigios en medio del pueblo. Todos los fieles se reunían en grupo en el pórtico de Salomón;


¿No les habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, han llenado Jerusalén de su enseñanza y quieren hacernos responsables de la sangre de ese hombre.


Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que recibimos de Moisés.


La asamblea israelita en pleno se reunió en Silo e instalaron allí la tienda del encuentro. El país les estaba sometido.