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Jeremías 26:8 - Nueva Biblia Española (1975)

8 y cuando terminó de decir todo lo que el Señor le había mandado decir al pueblo, lo prendieron los sacerdotes, los profetas y la gente, diciéndole: Eres reo de muerte.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Y cuando terminó de hablar Jeremías todo lo que Jehová le había mandado que hablase a todo el pueblo, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: De cierto morirás.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 pero cuando Jeremías terminó su mensaje, habiendo dicho todo lo que el Señor le ordenó que dijera, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo que estaba junto al templo lo atacaron en masa. «¡Mátenlo! —gritaban—.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 En cuanto terminó de decir todo lo que Yavé le había ordenado, lo agarraron, diciendo: 'Vas a morir'

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y cuando Jeremías terminó de decir todo lo que YHVH le había mandado decir a todo el pueblo, los sacerdotes, los profetas y el pueblo entero le echaron mano, y exclamaron: ¡Morirás sin remedio!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Y cuando Jeremías acabó de decir todo lo que Yahveh le había mandado decir a todo el pueblo, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo lo prendieron, diciendo: 'Tienes que morir sin remisión.

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Jeremías 26:8
22 Tagairtí Cros  

pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, se reían de sus palabras y se mofaban de los profetas, hasta que la ira del Señor se encendió sin remedio contra su pueblo.


lucharán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo para librarte -oráculo del Señor- .


Dijeron: Vamos a tramar un plan contra Jeremías, que no nos faltará la instrucción de un sacerdote, el consejo de un docto, el oráculo de un profeta; vamos a herirlo en la lengua, no hagamos caso de lo que dice.


Señor, tú conoces su plan homicida contra mí: no perdones sus culpas, no borres de tu vista sus pecados; caigan derribados ante ti, ejecútalos en el momento de la ira.


En vano herí a sus hijos: no escarmentaron; la espada se cebó en sus profetas como león carnicero.


Lo había encarcelado Sedecías, acusándole: Tú has profetizado: 'Así dice el Señor: Yo entregaré esta ciudad en manos del rey de Babilonia, para que la conquiste.


Cuando Jeremías terminó de comunicar al pueblo las palabras del Señor, su Dios, todas las palabras que le encomendó el Señor, su Dios,


Amasias, sacerdote de Betel, envió un mensaje a Jeroboán, rey de Israel: Amos está conjurando contra ti en medio de Israel; el país ya no puede soportar sus palabras.


los demás echaron mano de los sirvientes y los maltrataron hasta matarlos.


Pero los sumos sacerdotes y los senadores convencieron a la gente de que pidieran a Barrabás y que acabaran con Jesús.


Exasperados por esta respuesta, decidieron acabar con ellos.


¿Hubo un profeta que sus padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, y a él lo han traicionado y asesinado ustedes ahora;


Y en ella se encontró sangre de profetas y consagrados y de todos los asesinados en la tierra.


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