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Génesis 20:2 - Nueva Biblia Española (1975)

Mientras residía en Guerar decía que Sara era hermana suya. Abimelec, rey de Guerar, mandó que le trajeran a Sara.

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Biblia Reina Valera 1960

Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Abraham presentó a su esposa, Sara, diciendo: «Ella es mi hermana». Entonces el rey Abimelec de Gerar mandó llamar a Sara e hizo que la trajeran ante él a su palacio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Abrahán decía de su esposa Sara: 'Es mi hermana. Oyendo esto, el rey de Guerar, llamado Abimelec, mandó a buscarla para él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y decía Abraham respecto a Sara, su mujer: Es mi hermana.° Así que Abimelec, rey de Gerar, mandó a tomar a Sara.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Como Abrahán solía decir de Sara, su mujer: 'Es mi hermana', Abimélec, rey de Guerar, ordenó que le trajesen a Sara.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo Abraham de Sara su esposa: Mi hermana es. Y Abimelec, rey de Gerar, envió y tomó a Sara.

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Génesis 20:2
17 Tagairtí Cros  

la vieron también los ministros del Faraón, y se la ponderaron al Faraón, tanto que la mujer fue llevada al palacio del Faraón.


Además, es realmente hermana mía; de padre, aunque no de madre, y la tomé por mujer.


Por aquel tiempo, Abimelec, con Ficol, su capitán, dijo a Abrahán: Dios está contigo en todo lo que haces.


Hubo un hambre en el país (distinta de la que hubo en tiempos de Abrahán), e Isaac fue a Guerar, donde Abimelec era rey de los filisteos.


Y Abimelec dijo a Isaac: Vete de aquí, pues ya eres más poderoso que nosotros.


La gente del lugar le preguntó por Rebeca, y él contestó: Es mi hermana. Pues temía: 'Como es tan bonita, esta gente me va a matar por causa de ella'.


Pero el vidente Jehú, hijo de Jananí, le salió al encuentro y le dijo: ¿Conque ayudas a los malvados y te alias con los enemigos del Señor? El Señor se ha indignado contigo por eso.


Pero el maresita Eliezer, hijo de Dodavahu, profetizó contra Josafat, diciendo: Por haberte aliado con Ocozías, el Señor destruirá tu obra. Efectivamente, las naves naufragaron y no pudieron ir a Tarsis.


y cuando los príncipes de Babilonia le enviaron mensajeros para informarse del prodigio que había sucedido en su país, si Dios lo abandonó fue para ponerlo a prueba y conocer sus intenciones.


pues aunque caiga siete veces el honrado se levantará, pero los malvados se hundirán en la desgracia.


El que teme a los hombres caerá en el lazo, el que confía en el Señor estará seguro.


Pues lo mismo el que se junta con la mujer del prójimo, y el que la toca, no quedará impune.


No hay en el mundo nadie tan honrado que haga el bien sin pecar nunca.


Por tanto, déjense de mentiras, hable cada uno con verdad a su prójimo, que somos miembros unos de otros.


Dejen de mentirse unos a otros, ya que se despojaron del hombre que eran antes y de su manera de obrar