El Señor dijo a Moisés: Preséntate al Faraón, porque yo lo he puesto terco a él y a su corte, para realizar en medio de ellos mis signos;
Éxodo 9:12 - Nueva Biblia Española (1975) Pero el Señor hizo que el Faraón se empeñara en no hacerles caso, como lo había anunciado el Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los oyó, como Jehová lo había dicho a Moisés. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y tal como el Señor había dicho a Moisés, el faraón se negó a escuchar. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Yavé mantuvo a Faraón en su ceguera, y éste no quiso escuchar a Moisés y a Aarón, tal como él lo había advertido. La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH endureció el corazón de Faraón y no los escuchó, según YHVH había predicho a Moisés. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Endureció Yahveh el corazón del Faraón y éste no los escuchó, tal y como lo había predicho Yahveh a Moisés. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho a Moisés. |
El Señor dijo a Moisés: Preséntate al Faraón, porque yo lo he puesto terco a él y a su corte, para realizar en medio de ellos mis signos;
Pero el Señor hizo que el Faraón se empeñara en no dejar marchar a los israelitas.
Y Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios en presencia del Faraón; pero el Señor hizo que el Faraón se empeñara en no dejar marchar a los israelitas de su territorio.
El Señor hizo que el Faraón se empeñara en perseguir a los israelitas, mientras éstos salían ostentosamente.
El Señor dijo a Moisés: Mientras vuelves a Egipto, fíjate en los prodigios que he puesto a tu disposición, pues los tienes que hacer delante del Faraón. Yo lo pondré terco y no dejará salir al pueblo.
El Faraón no los escuchará, pero yo extenderé mi mano contra Egipto y sacaré de Egipto a mis escuadrones, mi pueblo, los israelitas, haciendo solemne justicia.
El Faraón mandó averiguar, y del ganado de los israelitas no había muerto ni una res. Pero el Faraón se puso terco y no dejó salir al pueblo.
Les ha cegado los ojos y les ha embotado la mente, para que sus ojos no vean ni su mente perciba ni se conviertan ni yo los cure. (Is 6,9s).
En conclusión: Dios tiene misericordia de quien quiere y deja endurecerse a quien quiere.
porque fue cosa de Dios endurecer sus corazones para que opusieran resistencia a Israel, con intención de que Israel los exterminara sin piedad, aniquilándolos, como el Señor había ordenado a Moisés.