Dios añadió a Abrahán: Tú guarda el pacto que hago contigo y tus descendientes futuros.
Éxodo 19:5 - Nueva Biblia Española (1975) por tanto, si quieren obedecerme y guardar mi alianza, entre todos los pueblos serán mi propiedad, porque es mía toda la tierra. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora bien, si me obedecen y cumplen mi pacto, ustedes serán mi tesoro especial entre todas las naciones de la tierra; porque toda la tierra me pertenece. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora, pues, si ustedes me escuchan atentamente y respetan mi alianza, los tendré por mi propio pueblo entre todos los pueblos. Pues el mundo es todo mío, La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi pacto, entonces vosotros seréis objeto de mi predilección° entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora bien, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, seréis propiedad mía particular entre todos los pueblos, porque toda la tierra me pertenece. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora pues, si obedeciereis mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. |
Dios añadió a Abrahán: Tú guarda el pacto que hago contigo y tus descendientes futuros.
Pues entre todas las naciones del mundo tú los apartaste como heredad, como dijiste por tu siervo Moisés cuando sacaste de Egipto, Señor, a nuestros padres.
Has establecido a tu pueblo, Israel, como pueblo tuyo para siempre, y tú, Señor, eres su Dios.
las sendas del Señor son la lealtad y la fidelidad para los que guardan su alianza y sus mandatos.
diciéndoles: Si obedecen al Señor, su Dios, haciendo lo que él aprueba, escuchando sus mandatos y cumpliendo sus leyes, no les enviaré las enfermedades que he enviado a los egipcios, porque yo soy el Señor, que té cura.
Si le obedeces fielmente y haces lo que yo digo, 'tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios serán mis adversarios'.
Tomó el documento del pacto y se lo leyó en voz alta al pueblo, el cual respondió: Haremos todo lo que manda el Señor y obedeceremos.
Y le dijo: Si gozo de tu favor, venga mi Señor con nosotros, aunque seamos un pueblo testarudo; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya.
Los adoptaré como pueblo mío y seré su Dios; para que sepan que soy el Señor, su Dios, el que les quita de encima las cargas de los egipcios,
Ese día daré trato diverso al territorio de (¡osen, donde reside mi pueblo, de modo que allí no habrá moscas; para que sepas que yo, el Señor, estoy en el país.
Moisés le contestó: Cuando salga de la ciudad extenderé las manos hacia el Señor, y cesarán completamente truenos y granizo, para que sepas que toda la tierra es del Señor.
Mi viña es sólo para mí; para ti, Salomón, los mil sucios, y da doscientos a los aparceros.
Tú, Israel, siervo mío; Jacob, mi elegido; estirpe de Abrahán, mi amigo.
Y ahora, así dice el Señor, el que te creó, Jacob; el que te formó, Israel: No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú eres mío.
Porque así dice el Señor: A los eunucos que guarden mis sábados, que escojan lo que me agrada y perseveren en mi alianza,
No es así la porción de Jacob, sino que lo hizo todo: Israel es la tribu de su propiedad y su nombré es Señor de los ejércitos.
Como se adhiere el cinturón a la cintura del hombre, así me ceñí a judíos e israelitas para que fueran mi pueblo, mi fama, mi gloria y mi honor -oráculo del Señor- . Pero no obedecieron.
ésta fue la orden que les di: 'Obedézcanme, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo; caminen por el camino que les señalo, y les irá bien'.
Pasando de nuevo a tu lado, te vi. en la edad del amor; extendí sobre ti mi manto para cubrir tu desnudez; te comprometí conjuramento, hice alianza contigo -oráculo del Señor- y fuiste mía.
Les he dicho: ustedes poseerán su tierra; yo se la voy a dar en posesión, una tierra que mana leche y miel. Yo soy el Señor, su Dios, que los he separado de los demás pueblos.
A ustedes solos los escogí entre todas las tribus de la tierra, por eso les tomaré cuentas de todos sus pecados.
¡Ay de los que se fían de Sión y confían en el monte de Samaria! Diríjanse a la flor de las naciones, acudan a ellas, casa de Israel.
Dice el Señor de los ejércitos: el día que yo actúe, ellos serán mi propiedad; los perdonaré como un padre al hijo que le sirve;
Pero en caso que uno les advierta: 'Eso es carne sacrificada'; no coman, por motivo del que les avisa y de la conciencia,
la bendición, si acatan los preceptos del Señor, su Dios, que yo les mando hoy;
E.res un pueblo consagrado al Señor, tú Dios; el Señor te ha elegido entre todos los pueblos de la tierra cómo pueblo de su propiedad.
No comerán sus cadáveres, déjenselos al emigrante que vive en tu vecindad para que se los coma o véndeselos al extranjero, porque tú eres un pueblo santo para el Señor, tu Dios. No cocerás un cabrito en la leche de su madre.
Hoy se compromete el Señor a aceptar lo que tú le propones: 'Que serás su propio pueblo -como te prometió-, que guardarás todos sus preceptos,
que él te elevará en gloria, nombre y esplendor por encima de todas las naciones que ha hecho, y que serás el pueblo santo del Señor como ha dicho.
Si obedeces y escuchas la voz del Señor, tu Dios, poniendo por obra todos los preceptos que yo te mando hoy, el Señor, tu Dios, te encumbrará por encima de todas las naciones del mundo.
Que el Señor te nombre su pueblo santo, como te tiene prometido, si guardas los preceptos del Señor, tu Dios, y vas por sus caminos;
En cambio, a ustedes los tomó el Señor y los sacó del horno de hierro de Egipto para que fueran el pueblo de su heredad, como lo eres hoy.
Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios; él te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad.
Son tu pueblo, la heredad que sacaste con tu esfuerzo poderoso y con tu brazo extendido'.
del que se entregó por nosotros, para rescatarnos de toda clase de maldad y purificarse un pueblo elegido, entregado a hacer el bien.
Por la fe respondió Abrahán al llamamiento de salir para la tierra que iba a recibir en herencia, y salió sin saber adonde iba.
no como la alianza que hice con sus padres cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto; ellos quebrantaron mi alianza y yo me desentendí de ellos -dice el Señor-.
El pueblo respondió: Serviremos al Señor, nuestro Dios, y le obedeceremos.
Ustedes, en cambio, son linaje elegido, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo adquirido por Dios, para publicar las hazañas del que los llamó de las tinieblas a su maravillosa luz.
Samuel contestó: ¿Quiere el Señor sacrificios y holocaustos o quiere que obedezcan al Señor? Obedecer vale más que un sacrificio; ser dócil, más que grasa de carneros.