Cantares 8 - Nueva Biblia Española (1975)1 Oh si fueras mi hermano y criado a los pechos de mi madre! Al verte por la calle te besaría sin temor a burlas, 2 te metería en casa de mi madre, en la alcoba de la que me crió, te daría a beber vino aromado, licor de mis granados. 3 Pone la mano izquierda bajo mi cabeza y me abraza con la derecha. 4 ¡Muchachas de Jerusalén, les conjuro que no vayan a molestar, que no despierten al amor hasta que él quiera! 5 ¿Quién es esa que sube del desierto apoyada en su amado? Bajo el manzano te desperté, allí donde tu madre te dio a luz con dolores de parto. 6 Grábame como un sello en tu brazo, como un sello en tu corazón, porque es fuerte el amor como la muerte, es cruel la pasión como el abismo; es centella de fuego, llamarada divina; 7 las aguas torrenciales no podrán apagar el amor ni anegarlo los ríos. Si alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se haría despreciable. 8 Nuestra hermana es tan pequeñita, que no le han crecido los pechos. ¿Qué haremos con nuestra hermanita cuando vengan para pedirla? 9 Si es una muralla, le pondremos almenas de plata; si es una puerta, la protegeremos con planchas de cedro. 10 '-Soy una muralla, y mis pechos son los torreones; pero yo seré para él mensajera de paz'. 11 Salomón tenía una viña en Baal Hamón; se la dio a guardar a aparceros, que le traen de sus frutos cada uno mil siclos de plata. 12 Mi viña es sólo para mí; para ti, Salomón, los mil sucios, y da doscientos a los aparceros. 13 Señora délos jardines, mis compañeros te escuchan, déjanos oír tu voz. 14 -Date prisa, amor mío, como el gamo, conocí el cervatillo, por las lomas de las balsameras. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.