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Apocalipsis 16:1 - Nueva Biblia Española (1975)

Oí una voz potente que salía del santuario y decía a los siete ángeles: 'Vayan a derramar en la tierra las siete copas del furor de Dios'.

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Biblia Reina Valera 1960

Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego oí una voz potente que venía del templo y decía a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas que contienen la ira de Dios».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y oí una voz potente que desde el Santuario gritaba a los siete ángeles: 'Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas del furor de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y oí una gran voz procedente del santuario, que decía a los siete ángeles: ¡Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Oí una gran voz procedente del santuario que decía a los siete ángeles: 'Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id, y derramad las copas de la ira de Dios sobre la tierra.

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Apocalipsis 16:1
17 Tagairtí Cros  

Derrama tu furor sobre los pueblos que no te reconocen, sobre los reyes que no invocan tu nombre:


descarga tu ira sobre las naciones que no te reconocen, sobre las tribus que no invocan tu nombre, porque han devorado y consumido a Jacob y han asolado sus pastos.


EI Señor dijo al hombre vestido de lino: Métete debajo de la carroza (bajo el querubín), toma una ambuesta de brasas de entre los querubines y espárcelas por la ciudad. Y vi. que se metió.


Entonces derramé mi furor sobre ellos, los consumí en el fuego de mi furia; di a cada uno su merecido -oráculo del Señor- .


Pues esperen -oráculo del Señor- a que yo me levante a acusar, porque yo suelo reunir a los pueblos, juntar a los reyes, para derramar sobre ellos mi furor, el incendio de mi ira; en el fuego de mi celo se consumirá la tierra entera.


Se abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de su alianza; se produjeron relámpagos, estampidos, truenos, un terremoto y temporal de granizo.


Salió del santuario otro ángel dando fuertes gritos al que estaba sentado en la nube: 'Arrima tu hoz y siega; ha llegado la hora de la cosecha, pues los sembrados de la tierra ya están maduros'.


Del altar salió otro, el ángel que tiene poder sobre el fuego, y dio una gran voz al de la hoz afilada diciendo: 'Arrima tu hoz afilada y corta los racimos de la viña de la tierra, que las uvas están en sazón'.


Vi en el cielo otra señal, magnífica y sorprendente: siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, pues con ellas se agotó el furor de Dios.


El séptimo derramó su copa en el aire y del interior del santuario salió una voz potente que venía del trono y decía: 'Es un hecho'.


El Señor te envió a esta campaña con orden de exterminar a esos pecadores amalecitas, combatiendo hasta acabar con ellos.


Ahora ye y atácalo; entrega al exterminio todo lo que tiene, y a él no lo perdones; mata a hombres y mujeres, niños de pecho y muchachos, toros y ovejas, camellos y burros'.